Por Luisa García Pelatti
La deuda de los consumidores se redujo en el año fiscal 2011 por segundo año consecutivo, según se refleja en el más reciente Informe Económico al Gobernador. Los datos muestran, también, que la situación financiera de las familias ha mejorado, ya que la deuda como porcentaje del ingreso personal estuvo en el 2011 en su nivel más bajo desde 1984.
La razón parece estar en las políticas crediticias más estrictas de los bancos y a que la crisis ha dejado a pocos consumidores en condiciones financieras para hacer frente a un préstamo. Sin nuevas deudas, las familias reducen las que tienen. La deuda disminuye en bancos, compañías de préstamos pequeños y cooperativas.
La deuda de los consumidores (no incluye deuda hipotecaria) fue de $21,693 millones en el año fiscal 2011, una disminución de 2% o $442 millones con respecto al año anterior, cuando la deuda ascendía $22,135 millones. Esta es la segunda caída desde el 2002. En el 2010, la deuda también cayó 2%. Entre 2005 y 2006, el crecimiento de la deuda fue de cerca del 10%.
La deuda de consumo como proporción del ingreso personal cayó en el año fiscal 2011 a 36.5%, el nivel más bajo en casi tres décadas. Esta reducción refleja que la situación financiera de las familias ha mejorado. Este porcentaje llegó a estar en 50% durante 1988 y 1989.
La mayor caída en la deuda de los consumidores se observó en las compañías de préstamos personales pequeños y en los bancos comerciales, con descensos de 7.9% y 7.1%, respectivamente.
La deuda de los consumidores con los bancos comerciales disminuyó en $415 millones, hasta $5,467.9 millones. La deuda ya se había reducido 12.2% en el año fiscal 2010 y 3.9% entre el 2009.
La deuda en compañías de préstamos pequeños cayó en $48.2 millones, hasta $565.3 millones.
La deuda en cooperativas de ahorro y crédito, que hasta el año fiscal pasado crecía 1.7%; experimentó un retroceso de 0.1%, $5.8 millones menos hasta $4,359.3 millones. La deuda de la Asociación de Empleados del ELA bajó 4.8%.
Los datos de deuda de los consumidores no incluyen la deuda hipotecaria, que según la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras supera los $30,000 millones.