
Por redacción de Sin Comillas
La calidad de la democracia en el mundo cayó en 2024 a su nivel más bajo desde 2006, según el índice global que elabora la Unidad de Inteligencia de la revista The Economist.
Sólo 25 países de 167 se consideran “democracias plenas”. Ocupan los primeros cinco puestos Noruega (9.8), Nueva Zelanda (9.6), Suecia (9.4), Islandia (9.4) y Suiza (9.3).
La puntuación global cayó de 5.37 en 2020 a un mínimo de 5.17 en 2024 sobre un máximo de 10. Afganistán (0.3) recibe la peor nota.
Sólo el 6.6% de la población vive en países con democracias plenas. Hace 10 años era el 12.5% de la población mundial. Dos de cada cinco personas vive en países con regímenes autoritarios.
En Europa está nueve de los 10 primeros países según el índice, pero incluso allí ha habido retrocesos. Francia (8.0) ha pasado de ser una democracia plena en los dos años previos a una “democracia defectuosa” en 2024. Para formar parte de las “democracias plenas” es necesario conseguir una nota de más de 8 puntos.
En el continente americano sólo hay tres democracias plenas: Canadá (8.7), Uruguay (8.7) y Costa Rica (8.3). Estados Unidos (7.8) lleva nueve años en la categoría de “democracias defectuosas” y en opinión de The Economist este año puede ir peor.
“El primer mes del segundo mandato del presidente Donald Trump ya ha desafiado la independencia política de la función pública y ha visto una avalancha de órdenes ejecutivas de autoridad legal cuestionable”. Y añade “la próxima prueba para la democracia global en 2025 será cómo elijan gobernar estos líderes recién elegidos”.
En Latinoamérica, Chile (7.8), que en el 2022 se consideraba una democracia plena está ahora entre las democracias defectuosas. Argentina (6.5) sigue deteriorándose al igual que Brasil (6.5). Venezuela (2.3) y Nicaragua (2.1) obtienen las peores notas.
El índice toma en cuenta cinco factores: proceso electoral y pluralismo, funcionamiento del gobierno, participación política, cultura política democrática y libertades civiles.