Petróleo

Por Luisa García Pelatti

El precio del crudo podría reducirse más de 40%, lo que se traduciría en un aumento adicional de 1.3% en el crecimiento en el PNB real. Esa es la conclusión a la que llega el economista José I. Alameda Lozada en un análisis realizado sobre el tema (El Shock Petrolero de 2014). La Junta de Planificación había proyectado que la economía crecerá 0.2% en el año fiscal 2015.

Alameda examina los shocks energéticos entre 1973 al 2015 y cómo han afectado al crecimiento de corto plazo de la economía de Puerto Rico. Simuló varias reducciones en los precios. Por ejemplo, si el precio del crudo bajara en $30, el efecto directo en la economía local sería positivo 1.33% adicional al crecimiento en el PNB real. El efecto indirecto (vía el crecimiento de E.U. que se induce por la reducción del crudo) es 0.44%. El efecto total llega a 1.76%, adicional al crecimiento PNB real.

En su análisis encontró que los shocks del petróleo negativos (subieron los precios) resultan en efectos al PNB real, a precios del 2000, de $587 millones, sin embargo, los positivos (bajan los precios) implicaron aumentos en el PNB real de $1,534 millones. El resultado final del crecimiento anualizado se explica por otros factores tales como: cambios tecnológicos, cambio en la población y patrón de consumo energético, corrientes migratorias, tasas de interés, inflación, Sección 936, entre otros.

En el shock del 1974, los precios del crudo explicaron el 26% de la reducción; en el 1979 un 10% y 2008, un 24.5%. Para el 1990, el PNB real no experimentó reducción en el PNB real, a pesar del aumento del precio del crudo. Esto es prueba de la reducción en la intensidad energética de Puerto Rico.

“En los shocks positivos tenemos el 1986, en el cual los precios del crudo contribuyeron en un 17% y en el 1998 con 5%.  En el 2008, no empece a la reducción de los precios del crudo, la caída de la economía fue negativa por la fuerte presión recesiva de la economía de otros factores.  En el shock de 2014, se proyecta una reducción de sobre 40% en el crudo y que este mismo aporte un 1.3% adicional al PNB real. Sin embargo, no tenemos una proyección clara sobre el crecimiento económico entre 2014 al 2015, pero pudiera estar  entre 1% a 2% anual. De ser correcto, pues el shock de 2014 y 2015 aportaría un 67% del crecimiento. Esto implica que frente a la debilidad estructural de la economía local, se tendría que depender grandemente de una reducción de los precios energéticos para evidenciar tasas positivas de crecimiento, aunque sean mínimas”.

El shock energético es un cambio repentino y no pronosticado en el precio del crudo que saca fuera de la tendencia a la variable crítica. “Este shock pudiera ser generado por las fuerzas del mercado o inducido por una estrategia de productores o consumidores. Pero sea cual fuese su origen, el mismo se manifiesta en los precios, consumo, producción, inventarios, etc., afectando el crecimiento económico en general. Este cambio puede ejercer incertidumbre en los mercados en la medida que los agentes económicos y actores no prevén este cambio en dirección. Ajustes al mismo serán necesario para capturar el paso de la nueva tendencia o mitigar el efecto adverso de la misma y así generar el mayor beneficio neto”.