En 2021 transfirió propiedad intelectual de Puerto Rico a EEUU y obtuvo un beneficio fiscal de $3,300 millones para reflejar los efectos del llamado impuesto “GILTI”.
Por redacción de Sin Comillas
Microsoft ha recibido una demanda del Servicio de Rentas Internas de Estados Unidos (IRS, por sus siglas en inglés) en la que reclama el pago de $28,900 millones en impuestos atrasados. Es una de las mayores disputas fiscales a una corporación.
Microsoft, que recibió una notificación el 26 de septiembre, niega la deuda y dice que la impugnará “a través de la oficina de apelaciones administrativas del IRS”, un proceso que tomaría “varios años”.
“Creemos que siempre hemos seguido las reglas del IRS y pagado los impuestos que adeudamos en Estados Unidos y todo el mundo. Microsoft históricamente ha sido uno de los principales a la renta corporativa de Estados Unidos. Desde 2004, hemos pagado más de $67,000 millones en impuestos en Estados Unidos”, asegura la compañía.
La cifra surge de una investigación realizada el IRS sobre cómo Microsoft distribuyó sus ganancias entre países y jurisdicciones en los años 2004 a 2013. Es lo que se conoce como “transfer pricing”, una práctica que utilizan las empresas para minimizar su carga contributiva al reportar ganancias más bajas en países con impuestos altos y ganancias más altas en jurisdicciones con impuestos más bajos. El IRS inició una auditoria de las cuentas de Microsoft en 2007.
Recientemente, Microsoft ha alcanzado algunos acuerdos, impulsados por cambios en la legislación fiscal de los Estados Unidos, para alentar a las empresas de tecnología a devolver la propiedad intelectual a Estados Unidos. La empresa informó que a mediados de 2021 transfirió “cierta” propiedad intelectual de Puerto Rico a Estados Unidos, lo que le permitió obtener un beneficio fiscal de $3,300 millones para reflejar los efectos del llamado impuesto “GILTI” implementado durante la administración Trump.
En 2013, Microsoft reveló que producía y distribuía su software en Singapur, Dublín y Puerto Rico, por lo que podía canalizar sus ganancias y ahorrar impuestos. De los tres países, Puerto Rico es que el ofrece la tasa contributiva más baja, poco más del 1%, comparado con el 2.7% de Singapur y una tasa que fluctúa entre 4% y 5.7% en Irlanda. Lo que hace Microsoft para ahorrarse impuestos se conoce como ingeniería fiscal.
En el 2011, Microsoft declaró ingresos de $69,900 millones y unos resultados brutos de $28,000 millones. De esta última cantidad, más de $15,400 millones se declararon en los mercados de Puerto Rico, Irlanda y Singapur.
Una investigación llevada a cabo por Senado de Estados Unidos concluyó que Microsoft se habría ahorrado en impuestos unos $4,500 millones con este tipo de prácticas entre 2009 y 2011.