Las opciones de Puerto Rico son: no hacer nada y que las ganancias obtenidas en Puerto Rico serían gravadas en otros países; implantar el Pilar II; o adoptar el impuesto de 15% con base amplia y sin exenciones

Por Redacción de Sin Comillas

Una de las primera medidas de Donald Trump al llegar a la presidencia de Estados Unidos, en su segundo mandato, ha sido retirarse del acuerdo fiscal global de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) para adoptar un impuesto mínimo global (IMG). Trump abandonó las negociaciones del acuerdo alegando un trato injusto para las empresas estadounidenses.

Hasta el momento, unos 140 países se han sumado al plan de la OCDE. Algunos ya tienen legislación en vigor o están considerando la adopción del impuesto mínimo global.

Matthias Cormann, secretario general de la OCDE, ha dicho que el organismo “seguirá trabajando con Estados Unidos y todos los países en la mesa para apoyar la cooperación internacional que promueva la certidumbre, evite la doble tributación y proteja las bases impositivas”.

Con Estados Unidos fuera del Pilar II, a partir de enero del 2025 cualquier país firmante del acuerdo pueda reclamar a Estados Unidos la diferencia de la tasa equivalente al 15%, según la regla de Beneficios Insuficientemente Gravados (UTPR, por su siglas en inglés). Ese dinero iría a parar a las arcas de alguno de los países firmantes.

Si una empresa americana tiene una tasa efectiva por debajo del 15%, ese diferencia de tributación será pagada por alguna filial europea del mismo grupo. El impuesto que Estados Unidos decide incentivar, en aplicación de su política fiscal, se acaba pagando en otro país, anulando su efecto económico, explican los expertos.

El IMG es un acuerdo global impulsado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), un organismo con sede en París, y que han implantado más de 140 países. El Pilar II del acuerdo impondrá un tipo mínimo del 15% a las corporaciones con ingresos anuales mayores de 750 millones de euros (unos $820 millones) sin importar dónde estén radicadas.

¿Y qué pasa con Puerto Rico?

Puerto Rico no ha aprobado legislación. El año pasado hubo un intento de establecer legislación que no fue aprobado por el Senado. El gobierno de Pedro Pierluisi mantuvo negociaciones con el Departamento del Tesoro de Estados Unidos e invirtió alrededor de $1 millón en la contratación de una firma de asesores (Procopio, Cory, Hargreaves & Savitch LLP).

En un panel celebrado en la Universidad de Puerto Rico a finales del año pasado, varios expertos advirtieron que, aunque Estados Unidos no implante el IMG, Puerto Rico debería presentar legislación de forma urgente para evitar perder unos $3,800 millones anuales que terminarán pagándose en otros países, según estima la organización Espacios Abiertos.

A partir del año que viene, el IMG afectará a las filiales establecidas en Puerto Rico de compañías multinacionales. Actualmente, las multinacionales y corporaciones foráneas tributan a una tasa contributiva efectiva del 2.43% en Puerto Rico. La diferencia entre esa cifra y el 15% iría a las arcas de otros países.

Puerto Rico tiene tres opciones:

  1. no hacer nada y que las ganancias obtenidas en Puerto Rico serían gravadas en otros países
  2. implantar el Pilar II
  3. adoptar el impuesto de 15% con base amplia y sin exenciones