Por redacción de Sin Comillas

El Plan Fiscal de la Autoridad de Energía Eléctrica, presentado la semana pasada por la Junta de Control Fiscal, “representa un gran paso adelante”, señala el Institute for Energy Economics and Financial Analysis (IEEFA). La Junta reconoce ahora que los niveles propuestos de pago de la deuda en un plan de reestructuración de diciembre no son sostenibles, porque los gastos serán mayores y las ventas menores, lo que contribuirá a menos ingresos disponibles para el servicio de la deuda.

Según señala IEEFA en un comunicado, “la Junta ha dado un paso en la dirección correcta al reducir el pago de la deuda propuesto de $5,680 millones a $2,500 millones. Pero la ruta hacia tarifas eléctricas estables, presupuestos equilibrados y acceso al mercado para la AEE es mucho más larga. Para lograr esto, Puerto Rico necesita una red nueva, confiable y reconstruida basada en energía renovable, y esa transformación requerirá cada pedacito de fondos federales y cualquier nueva deuda adicional en el futuro previsible. La Junta no debe basar el pago de la deuda en una transformación que aún no se ha producido y posiblemente no haya ocurrido. Con el sistema en su estado actual, no hay espacio para ninguna deuda heredada”.

En lugar de los $5,680 millones en pago de deuda propuestos en el plan, la Junta ahora estima que la AEE solo puede pagar unos $2,500 millones en deuda. La Junta tiene la intención de presentar un plan modificado a lo largo de este mes para reflejar las nuevas proyecciones. Sin embargo, IEEFA opina que el pago de $2,500 millones a los acreedores todavía adolece de grandes defectos.

El primer problema es la falta de capital. “Dada la naturaleza anticuada y frágil de la infraestructura de la AEE, todos los ingresos incrementales generados por los aumentos de tarifas para pagar la deuda reestructurada podrían usarse para transformar la AEE en una empresa de servicios públicos moderna, eficiente y limpia. La Junta de Supervisión, sin embargo, utilizará los ingresos generados por dicho aumento de tarifas para pagar a los acreedores”.

Los costos estimados para la transformación de la red son de aproximadamente $20,000 millones. A Puerto Rico se le han asignado $14,000 millones en fondos federales, dejando una brecha de $6,000 millones.

Las proyecciones financieras en el plan fiscal se basan en la ejecución efectiva de la AEE de un cambio de combustibles fósiles a energía renovable. El plan fiscal asume que Puerto Rico alcanzará un 25% de energía renovable para 2025 y un 87% para 2040. Los ahorros que esta transformación generaría forman la base para suponer que se pueden emitir $2,500 millones en nuevos bonos a los acreedores heredados y reembolsarlos en las próximas décadas.

“Pero hay una pregunta crítica: ¿Puede la AEE lograr los ahorros intensificando los esfuerzos para construir capacidad de generación renovable? Si el estatus quo se mantiene, si se agrega gas natural adicional y las unidades de generación de combustibles fósiles existentes permanecen en servicio, entonces los objetivos fiscales no se pueden lograr”, asegura la IEEFA.

En enero de 2023, Puerto Rico otorgó un contrato de 10 años para la operación y mantenimiento de las plantas de energía de la AEE a Genera, una subsidiaria de New Fortress Energy (NFE). NFE suministra gas natural y apoya la expansión de la infraestructura de gas natural. NFE hizo del ahorro de costos una pieza central de su propuesta a la AEE. La compañía tiene un contrato previo con la AEE para la actualización de las unidades de generación San Juan 5 y 6, y para la entrega de gas natural a la planta. IEEFA apunta que “mo ha habido ningún informe público que demuestre que NFE ha cumplido con sus objetivos de ahorro bajo el contrato de San Juan. Nada en el nuevo contrato con Genera proporciona un incentivo financiero o penalización a la compañía basado en objetivos de energía renovable”.

“El plan fiscal tampoco toma en serio la capacidad de la energía solar en techos para contribuir a la resiliencia y reducir los costos del sistema de energía, a pesar del hecho de que es la única forma de energía renovable que crece rápidamente en la isla. El plan parece seguir tratando la energía renovable distribuida como un problema, en lugar de como una tecnología que podría incentivarse y desarrollarse de manera coordinada con las mejoras de la red para dar como resultado costos generales más bajos del sistema, como lo muestra el estudio de modelado de red 2021 publicado por CAMBIO e IEEFA”.

En cambio, el plan fiscal apuesta todos sus ahorros futuros a una rápida transición a la energía solar a gran escala que parece tener un alto riesgo de ejecución. “Dada la reciente adjudicación del contrato de privatización de generación a una compañía de gas natural. Si la AEE sigue dependiendo en gran medida de los combustibles fósiles, los altos costos y la volatilidad de los precios continuarán dificultando el logro de un presupuesto equilibrado. Los ahorros no se materializarán”.

IEEFA advierte que es preocupante que el sistema eléctrico actualmente dependa de fondos federales no recurrentes para satisfacer las necesidades operativas básicas. El plan fiscal señala al menos dos formas en que los fondos federales se están utilizando para cubrir las necesidades operativas del sistema eléctrico en los próximos años.

Primero, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) está financiando el 90% del costo de 350 megavatios de generadores de emergencia de gas natural (con gas natural proporcionado por NFE) para complementar el sistema de generación no confiable existente. No está claro cuánto tiempo estarán los generadores en su lugar. En segundo lugar, el operador de red LUMA utilizará casi $1,000 millones en fondos federales durante los próximos cuatro años en el manejo de la vegetación.