Cada vez el Gobierno dedica menos dinero a mejoras permanentes al mismo tiempo que la deuda pública ha aumento de forma vertiginosa. Eso nos coloca a punto de caer en lo que Segio Marxuach, director de política Pública del Centro para la Nueva Economía (CNE) llama la “trampa fiscal”.
La trampa fiscal es una situación en la cual un país emite deuda adicional para pagar deuda existente. “De hecho, podríamos decir que algunas corporaciones públicas ya se encuentran es esa condición”, dice Marxuach.
La proporción del presupuesto consolidado que se dedica a mejoras permanentes se ha reducido significativamente durante los últimos 12 años, de un 13.6% en el 2000 a un 5.3% en el 2012. La mayor parte de lo que el gobierno de Puerto Rico ha tomado prestado desde el 2007 se ha utilizado para cubrir gastos operacionales y no para infraestructura, resalta el CNE.
Marxuach cree que en Puerto Rico ni el sector público ni el privado tienen la capacidad para financiar la inversión necesaria para que la economía crezca de manera sustentable; y se pregunta: ¿estaremos listos para cuando llegue el día de ajustar cuentas con nuestros acreedores?