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Por Luisa García Pelatti

Frente a los que defienden que la deuda no es el problema, que se puede y debe pagar, el economista Juan Lara apuesta por la reestructuración e incluso por una quita de la deuda. El objetivo es no sólo que el pago del servicio de la deuda sea sostenible a largo plazo, sino también que los mercados recuperen la confianza y nos vuelvan a prestar.

Lara señaló que se debe convencer al Congreso de Estados Unidos de que nuevamente legisle para Puerto Rico –y que lo haga ahora en el contexto de la revisión de la legislación de tributación internacional de las corporaciones americanas– algún incentivo especial que propicie una mayor inversión de las empresas de Estados Unidos en la Isla.

“No estamos hablando de regresar a la Sección 936, pero sí de que haya un incentivo definido, específicamente, para Puerto Rico. Y si eso nos permitiera recuperar una parte de los empleos que se han perdido en la manufactura en los últimos 15 años, estimamos que eso, por sí solo, podría darle a la economía un crecimiento de 1.5% al año. Si eso se le sumara lo que podría venir del programa de reformas que estima el equipo de Anne Krueger, estamos hablando de una economía que podría crecer entre 3% y 3.5% al año. Y ahí si ya estamos en un mundo muy diferente”.

Nos espera una década más no solo de estancamiento sino de caída continuada de la actividad económica si no hacemos nada, advierte. El informe de Krueger pronosticaba una caída de la economía de 1% al año, que a lo largo de un período de 10 años es “una verdadera catástrofe económica”. Este escenario considera que no se negocie la deuda y que no se hagan ningún tipo de reformas económicas.

Pero el panorama podría cambiar radicalmente si se renegocia la deuda y se hacen la reformas necesarias. La economía podría alcanzar tasas de crecimiento de 2.5% al año si se logra renegociar la deuda, redirigir fondos que estaría destinado a la deuda a la inversión productiva y suponiendo que se llevan a cabo todas las reformas de contenidas en el informe Krueger. Una reforma esencial es la reforma contributiva, que todavía está pendiente.

Hay otro escenario. El que dibuja KPMG en su informe para la reforma contributiva, que proyecta un crecimiento con tasas muy bajar. “Si tuviera que escoger entre este escenarios base y el de Krueger. Me parece que es mucho más realista el escenario de Krueger de que nuestra economía, sin un cambio radical de rumbo, está condenada a un estado de decaimiento secular por el futuro previsible. No se ve ninguna perspectiva de crecimiento a menos que se haga un cambio radical que conlleva un programa severo de reformas y, ciertamente, yo insisto en la renegociación de la deuda.

“Lo que vaya a ocurrir depende de lo que se haga. No está escrito. Lo que está bastante bien escrito es lo que va a ocurrir si no hacemos nada” advirtió Lara durante una conferencia sobre perspectivas económicas organizada por la Cámara de Comercio.

“Una de las posibles estrategias es seguir por la senda en la que estamos: no tomar decisiones y dejar que otra gente las tome por nosotros. No nos ocupemos de renegociar la deuda y que la economía continúe por la senda que ya lleva. Es un escenario posible y obviamente es un escenarios totalmente indeseable”

Lara opina que es necesario que el Gobierno tome el control de la situación para poder dirigir la economía en otra dirección.

Sobre la negociación de la deuda señaló que se debe dar certeza y que fue un error decir que la deuda no se puede pagar. Una cosa es hablar de que el servicio de la deuda es insostenible, pero decir que no se puede pagar cierra los mercados.

Defiende que la renegociación de la deuda debe incluir un recorte del principal. “Las historias de negociación de deuda que han ocurrido en el mundo en todos los casos ha habido recorte de deuda, no veo por qué vamos a ser diferentes”. Pero aclara que esa reestructuración debe hacerse con sensibilidad para que los inversionistas de Puerto Rico sea los menos afectados.

Se opone a una junta federal de control fiscal porque “sería una vergüenza” y porque significará ajustes “extremadamente duros en un plazo de tiempo muy apretado”. Pero cree que es inevitable, “es casi un hecho” y que, en ese caso, esa junta debe considerar es estatus político de Puerto Rico.