Por redacción de Sin Comillas

El 20 de septiembre es la fecha límite para que los asegurados puedan presentar sus reclamaciones contras las compañías aseguradoras que todavía no han pagado las reclamaciones por los daños sufridos por el huracán María. “Lo que sería prudente y apropiado a estas alturas, es que se pudiera prorrogar la fecha del 20 de septiembre para que estas aseguradoras, pudieran resolver sus reclamaciones amigablemente”, opina Andrew Fusco, fundador y principal oficial de operaciones de Worldclaim, una compañía de ajustadores públicos.

Un ajustador público defiende al titular de la póliza de seguro durante todo el proceso de reclamación del seguro. Los ajustadores públicos sólo trabajan para los asegurados y no deben confundirse con la compañía de seguros ni con ajustadores independientes que trabajan para ellas.

Las reclamaciones que estén bien documentadas se acabarán resolviendo antes del 20 de septiembre de este año, opina Fusco. “WorldClaim, nuestra empresa, está cerrando reclamaciones a un ritmo apropiado, y pensamos que para muchos de nuestros clientes cerraremos las reclamaciones antes de esa fecha. El hecho de que el sistema no está funcionando debidamente hace que sólo una pequeña cantidad de esas reclamaciones se acabe resolviendo antes del 20 de septiembre. Para aquellas reclamaciones que no se resuelvan antes del 20 de septiembre, mi recomendación es que se proceda a demandar a la aseguradora, para proteger los intereses del asegurado. Dicho sea de paso, inclusive después de presentar la demanda, algunos casos se podrán cerrar con la aseguradora, siempre y cuando la aseguradora sea razonable”.

“El asegurado debe conseguir asesores que examinen su reclamación lo más pronto posible, para clarificar dónde están. En realidad esta catástrofe natural ha desbordado los recursos de las aseguradoras y en muchos casos, estas aseguradoras han contratado a personas que no estaban altamente capacitadas, para valorar el daño y reservar los fondos correctos de la indemnización, lo cuál ha creado un problema a las aseguradoras de Puerto Rico frente a las reaseguradoras”, aconseja.

El gobierno podría ampliar el plazo para radicar las demandas y proteger los intereses de la ciudadanía, como ha ocurrido en otros países con circunstancias parecidas. “La extensión está muy bien para los asegurados, pero si la extensión carece de ciertos mecanismos adecuados y si las reclamaciones no están debidamente documentadas frente a las aseguradoras, se podrán resolver pero se puede alargar el proceso de resolución.  Si es este el caso, necesitaríamos que las aseguradoras trabajaran más rápidamente en resolver las reclamaciones”, dice Fusco.

“El uso de un ajustador público es una verdadera necesidad, esto es un campo muy especializado. Las aseguradoras tienen a su equipo de profesionales y ajustadores, en base a un contrato que es una póliza de seguros. Alguien tiene que interpretar cómo esa póliza debe de ser entendida para el asegurado. El asegurado necesita que alguien lo represente, es el mismo caso que frente a Hacienda o frente a un juez, y por eso necesitas a alguien que esté a tu lado. Que un asegurado se encargue de su propia reclamación, no es prudente”, advierte.

Fusco, que tiene más de 35 años de experiencia en el manejo de catástrofes naturales en áreas comerciales, residenciales, institucionales, gubernamentales y de diferentes industrias en 24 países, cuenta que cuando tenía 6 años, jugando con fósforos, le prendió fuego a su casa. Al año siguiente su familia adquirió la empresa que les ayudó a presentar la reclamación. En 1979, Fusco y su hermano crearon WorldClaim, y desde entonces ha estado en 59 desastres naturales en 27 países.