Erosión en las costas de Dorado. (Foto: Eric Rojas / Centro de Periodismo Investigativo)

Por redacción de Sin Comillas

Con el objetivo de implementar medidas adicionales para mitigar el impacto de la erosión costera en la Isla, el gobernador Pedro R. Pierluisi, emitió una declaración de emergencia y asignación $5 millones del Plan de Rescate Americano (ARPA, por sus siglas en inglés) para que el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) lleve a cabo un plan de acción.

Además, el Departamento de la Vivienda asignará $100 millones del Programa de Mitigación en la Infraestructura del Programa de Subvención en Bloque para el Desarrollo Comunitario-Mitigación (CDBG-MIT).

En la Orden, que busca implementar medidas concretas de prevención, mitigación, adaptación y resiliencia ante el aumento en el nivel del mar y la erosión costera, se ordena que los permisos, endosos, consultas o certificaciones relacionados a las medidas autorizadas y ordenadas se tramitarán de conformidad con las disposiciones de la Ley de Procedimiento para situaciones o Eventos de Emergencia firmada en el año 2000.

Según una investigación del Instituto de Investigación y Planificación Costera de Puerto Rico (CoRePi-PR) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), aproximadamente 99 kilómetros de línea de costa migraron tierra adentro en los pasados años.

Se ordena al DRNA, en colaboración con los municipios, la Junta de Planificación (JP) y otras entidades públicas, privadas y sin fines de lucro, así como la academia, a realizar un inventario de las propiedades no habitadas y estructuras abandonadas o en ruinas en la zona costanera conforme a los recursos fiscales asignados y hasta donde estos sean suficientes. También, el Departamento, mediante un Acuerdo de Entendimiento, deberá junto a la Autoridad para el Financiamiento de la Infraestructura (AFI) evaluar e implementar medidas de prevención, mitigación, adaptación y resiliencia para enfrentar la erosión costera y sus efectos.

En conjunto con la AFI, el DRNA, con la asignación de los presupuestos correspondientes, tendrán que  evaluar e implementar el deslinde de bienes de dominio público en la zona marítimo terrestre conforme a la reglamentación aplicable, la adquisición por cualquier vía legal, incluyendo expropiación forzosa de ser necesario, de propiedades no habitadas o abandonadas en la zona costanera y la demolición y remoción de estructuras en ruina o abandonadas, así como escombros y estructuras duras que sean estorbos públicos o que ya no estén cumpliendo con su función de protección o mitigación de riesgo en la zona costanera. También, encaminar programas y medidas para el recogido y manejo del sargazo, la realimentación de playas con arena compatible con cada litoral costero, la restauración de arrecifes de coral, el desarrollo de arrecifes artificiales, entre otros.

Además, se ordena al DRNA —a través de la Oficina del Programa de Manejo de la Zona Costanera y Cambios Climáticos— a desarrollar Acuerdos Colaborativos entre las agencias, entidades federales, municipios, entes privados, organizaciones sin fines de lucro, grupos científicos, comunitarios y otros para identificar medidas adicionales a implementarse para atender la erosión costera. De igual forma, tendrá que actualizar su plan de manejo de zona costanera para atemperarlo a los efectos asociados al cambio climático en Puerto Rico de acuerdo con el marco legal estatal y federal aplicable. Además, deberá desarrollar un nuevo protocolo para el manejo de la erosión costera en Puerto Rico, el cual debe estar basado en los datos e información científica sobre cambios costeros.

En primera instancia, y como principio rector, se implementarán medidas de infraestructura natural y en segunda instancia, medidas de infraestructura híbrida. La tercera opción será el desarrollo de infraestructura dura. Además, las agencias, evaluando la viabilidad fiscal, deberán desarrollar un plan para localizar obras de infraestructura que no sean dependientes o para el disfrute del mar, fuera de la zona costanera.

A su vez, el DRNA tendrá que continuar con la reforestación masiva para reponer los árboles destruidos por los fenómenos atmosféricos que han afectado a Puerto Rico durante los pasados años. La reforestación masiva debe ir dirigida a reducir la sedimentación en los cuerpos de agua y evitar daños adicionales a los arrecifes de coral y cuencas hidrográficas, entre otros. Como parte de esta reforestación se fomentarán los Acuerdos Colaborativos con agencias, municipios y entidades privadas y sin fines de lucro para agilizar y acelerar el proceso de reforestación. De hecho, la agencia ambiental continuará la colaboración, cooperación y coordinación con el Puerto Rico Coastal Study del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos en el municipio de Rincón y otras zonas de la Isla.

También, se creó Comité de Acción para la Adaptación y Resiliencia ante la Erosión Costera adscrito al DRNA y que será integrado por la secretaria del DRNA, un representante del Comité de Cambio Climático y un representante de La Fortaleza.