Por Luisa García Pelatti
Unas horas después de que la Cámara de Representantes derrotara su propuesta de reforma contributiva, el gobernador Alejandro García Padilla ofreció el Mensaje sobre la Situación de Estado del País. El Gobernador, manifiestamente molesto, dirigió su mensaje más a los legisladores que a la ciudadanía. Explicó que tiene un plan B –”en las próximas semanas, les estaré presentando un presupuesto y un plan de ajuste fiscal a cinco años”– y lanzó una advertencia: “si no logramos el consenso aquí, tomaré todas las acciones que mis poderes constitucionales me permitan sin la intervención legislativa”.
García Padilla, que en la mayor parte de su mandato se ha caracterizado por ser excesivamente optimista respecto a la situación de la economía, pintó un panorama sombrío: “Puerto Rico está ante una de las mayores crisis de índole fiscal y económica en toda nuestra historia moderna”. Durante los próximos meses “los ingresos del Estado muy probablemente serán insuficientes para cumplir con todas nuestras obligaciones”.
En las próximas semanas se presentará un presupuesto y un plan de ajuste fiscal a cinco años, que incluirá recortes de gastos en todas las ramas de gobierno “sin despidos”; un presupuesto balanceado y nada de “nuevos impuestos improvisados y caprichosos”. Reveló que utilizarán “criterios más rigurosos de prioridad a la hora de asignar fondos discrecionales ante la insuficiencia de recursos”; se reestructurará radicalmente el Departamento de Hacienda para mejorar la captación de ingresos; y se crearán dos grupos para enfrentar la crisis, uno para fortalecer la liquidez y otro para reorganizar el gobierno.
Para salir de la crisis pidió “sacrificio” y “responsabilidad”. “Sacrificio hoy para que mañana las próximas generaciones no tengan que enfrentar más decisiones erradas, o peor, que tengan que enfrentar la indecisión por el miedo a actuar, como hoy nosotros estamos enfrentando los retos que otros no quisieron encarar”.
García Padilla no ocultó su disgusto con los legisladores que no aprobaron la reforma contributiva. Fueron numerosas las referencias a ese hecho. “Frente a la incapacidad del sistema político, demostrada anoche, de aprobar la reforma que les propuse – reforma que habría generado recursos adicionales para el Estado captando ingresos de quienes hoy no pagan, y ofreciéndoles alivios a los trabajadores que sí cumplen – no tenemos otra alternativa. Muchos de ustedes aceptaron esa reforma. Dieron el paso valiente y estuvieron dispuestos a poner a Puerto Rico primero. A ustedes el país los reconoce y les agradece. Otros, incluyendo la oposición, y una minoría de nuestro partido, se aliaron en contra del bienestar del país. Este acto de egoísmo y deslealtad es un episodio triste en la historia de nuestro país. Este junte –de los legisladores de la oposición política y unos legisladores, algunos de los cuales optan por ser parte de la mayoría solo cuando les conviene — puso una tranca al plan de recuperación. Sin embargo, ellos no nos descarrilarán. La ruta que trazaremos será más difícil, pero no imposible”, subrayó el gobernador. “El país no aguanta más la incertidumbre de la inacción. Con ustedes, o a pesar de algunos de ustedes, este país se levantará”.
Mensaje de Situación del Estado del País – final