Por Luisa García Pelatti
Puerto Rico está entre los 20 países con mayores pérdidas provocada por el ciberfraude, $1,332,402. En la Isla, la modalidad más frecuente que afecta a las empresas es la que envuelve transferencias de dinero en transacciones comerciales, según Jorge Santiago, gerente senior de Ernst & Young, que participó recientemente en un foro de fraude cibernético organizado por el Colegio de Contadores Públicos Autorizados.
Los fraudes a través de Internet se concentran mayoritariamente en Estados Unidos. Según un estudio realizado por el Internet Complaint Center, el 91% de las actividades de fraude tuvieron lugar en Estados Unidos, con pérdidas ascendentes a $436 millones. Sólo 0.21% de las querellas proceden de Puerto Rico. Pero aunque parece poco, la incidencia de fraude a través de Internet en la Isla es mayor que la de países como Suecia, Colombia, Argentina y Chile.
En total, el Internet Complaint Center recibió 289,874 querellas en el 2012 que representan una pérdida de $525.4 millones. Estas cifras representan un aumento de 8.3% cuando se comparan con el 2011.
La mayor incidencia se observa en el estado de California, con el 13% de todas las reclamaciones de Estados Unidos. Por países, a Estados Unidos les sigue Canadá, Reino Unido, Australia e India.
La apropiación ilícita de activos es la principal modalidad, el 91% de los esquemas que se ven en las empresas es de este tipo. La pérdida promedio es de $150,000 por incidente.
Santiago explicó que el aumento del fraude por Internet de debe que las compañías se han descentralizado y se han reducido “y ése es el ambiente más propicio. Los presupuestos se han reducido y eso tampoco ayuda”.
Los fraudes también se producen cuando en las empresas ocurren despidos, presiones económica o un mercado débil.
Los ataques cibernéticos se ha mas que duplicado en los pasados 3 años. Ninguna organización está inmune.
Luis A. Sánchez, presidente de Xapiens, comentó que los ataques cibernéticos han aumentado más del doble en los pasados tres años y que ninguna organización está inmune.
Los principales objetivos son los sectores financiero y operaciones industriales como petróleo manufactura.
Los ataques provienen de servicios de inteligencia extranjeros, crimen organizado, piratas informáticos e incluso empleados de la propia compañía.