Lograr que la economía puertorriqueña se recupere de seis años de recesión “es una tarea monumental”, opina el economista Francisco Catalá, ex catedrático de la Universidad de Puerto Rico. “En Puerto Rico la economía hay que hacerla de nuevo, porque la que tenemos va a seguir languideciendo poco a poco”. Catalá hizo estas declaraciones durante una entrevista en el programa “Es la economía, estúpido” en Bonita Radio, en la que también habló de un libro que está escribiendo sobre Rexford Guy Tugwell (Sinclairville, Nueva York, 1891 – Greenbelt (Maryland), 1979), el último gobernador estadounidense de Puerto Rico.
“Cuando decimos qué hay que hacer para que la economía se recupere. ¿Recuperar qué? ¿Qué economía hay en este país?, se cuestiona el economista. La agricultura ha desaparecido y ya representa menos del 1%; el 90% de los activos en la manufactura con foráneos y la mayoría son farmacéuticas, que están viendo vencer sus patentes y que se pueden ir de Puerto Rico en cualquier momento. ¿Las biociencias? “Eso es más una consigna que una realidad”. El sector más grande es el comercio, y el que más empleo genera. “Pero lo que hay aquí son megatiendas y el comercio de los cascos urbanos ha desaparecido”.
La baja participación de la fuerza laboral es otro problema. Sobre los hombros de un millón de personas está un país de casi 4 millones de habitantes.
“Se habla de las Alianzas Público Privadas, pero están mal concebidas”, asegura Catalá, que propone usar capital conjunto, púbico y privado, para reactivar el sector de procesamiento de alimentos, un sector que considera tiene gran potencial en el Caribe.
“Estamos ubicados en la zona de mayor crecimiento, que es Latinoamérica, pero no estamos mirándola. La gran conexión que tenemos con el sur es con Colombia, el tráfico de drogas”.
Le recuerdo a Catalá que Luis Fortuño acaba de ser elegido presidente de la Asociación de Gobernadores del Sur, y que su primera propuesta ha sido aumentar las exportaciones a los países de América Latina.
“Le está pidiendo a los estados del Sur que hagan lo que hemos debido hacer nosotros primero. Eso equivale a traición”.
Catalá indicó que Puerto Rico exporta a América Latina menos que Singapur, y eso que está en el Pacífico. Dice que Singapur tiene agilidad institucional, mientras aquí estamos paralizados. Y como ejemplo de esa parálisis mencionó el Puerto de Ponce. “Sólo hay dos grúas paralizadas que son una atracción turísticas y eso nos debería dar vergüenza”.
“Lo primero que hay que abandonar es esa ceguera anti-espacio público, anti-gobierno”. No se puede decir que el gobierno es muy grande y dejar que el sector privado tome la iniciativa. Catalá opina la fuerza motriz para el desarrollo tiene ser el gobierno. “Eso no quiere decir que el sector privado no vaya a jugar un papel”.
La entrevista se lleva a acabo en la misma semana del paso del huracán Irene, así que hablamos de los problemas de la infraestructura. “En Puerto Rico debe haber ya un plan integral y coherente de restauración de la infraestructura. Eso incluye la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), la Autoridad de Acueductos y Alcantarillado (AAA) y transportación. No hay una planificación de la infraestructura básica”, asegura Catalá.
Una mirada institucionalistas a Puerto Rico
Tugwell fue Gobernador de Puerto Rico entre 1941 y 1946. Cuando fue designado se estaba configurando la centralización de los servicios de energía, que en esa época eran privados y estaban fragmentados. Bajo su gobierno se crean la mayoría de las corporaciones públicas.
“El concepto de Tugwell era que las corporaciones públicas podrían generar excedentes, es decir ganancias”, explica Catalá. Parte de esas guanacias deberían ir al Fondo General. Tugwell tenía la intención de crear muchas más corporaciones de las que creó. “Consideraba que una tarifación adecuada y corporaciones eficientes era más beneficioso que un impuesto sobre la venta para sufragar el Fondo General”. Las corporaciones funcionaron eficientemente durante muchos años, pero la concepción original se fue perdiendo por el camino.
Catalá nos da un ejemplo. En 1942 se creó la Junta de Planificación (JP), una oficina que no estaba adscrita al gobierno ejecutivo, porque Tugwell quería que fuera independiente. Siendo Gobernador Luis Muñoz Marín se eliminó esa independencia. Cuando Tugwell se entera le escribe una carta y le dice que es un “disparate” y que con ello convertiría a la JP en un instrumento político degradado. “Palabras con luz”.
Tugwell fue designado Gobernador de Puerto Rico entre 1941 y 1946, desde este cargo apoyó la idea de que su sucesor sea un nativo de Puerto Rico. En 1946 el Gobierno de Estados Unidos designó a Jesús T. Piñero para el puesto de Gobernador. En 1946, en lo que fue una de sus últimas decisiones, le escribió una carta a Harold L. Ickes, Secretario de lo Interior, en la que le dice que hay unos presos nacionalistas que consideraba presos políticos. Días después los indultó a todos. “Fue el único gobernador que la ha llamado presos políticos a los nacionalistas, siendo gobernador”, dijo Catalá.
En el libro que está preparando, Catalá abordará los nexos entre los economistas institucionalistas como Tugwell y la teoría keynesiana y cómo los cambios que se produjeron durante su mandato han afectado a la economía actual.