Por redacción de Sin Comillas
La prolongación de la pandemia del COVID-19 y los problemas en la cadena de suministro provocarán que la economía mundial crezca a un ritmo más lento, advierte el Fondo Monetario Internacional (FMI), que presentó sus estimaciones en el informe semestral “Perspectivas de la Economía Mundial”.
Para este año el FMI pronostica un crecimiento mundial de 4.4%, 0.5 puntos porcentuales menos que en el pronóstico anterior. La revisión a la baja se debe a un peor desempeño de la economía de Estados Unidos (4.0%) y China (4.8%). Se prevé que el crecimiento mundial disminuirá a 3.8% en 2023 y refleja más que nada un repunte después de que desaparezcan los actuales lastres del crecimiento.
La rápida propagación de la variante ómicron ha llevado a muchos países a volver a imponer restricciones a la movilidad y agudizado la escasez de mano de obra. Los trastornos del suministro aún lastran la actividad y están empujando la inflación al alza.
En el caso de Estados Unidos, se debe a “una menor probabilidad de aprobación del programa fiscal conocido como Build Back Better, el repliegue anticipado de la política monetaria extraordinariamente acomodaticia y las persistentes perturbaciones del suministro”. En el caso de China, la razón radica en la contracción ininterrumpida del sector inmobiliario y el hecho de que la recuperación del consumo privado ha defraudado las expectativas. Los trastornos del suministro han llevado a recortar las proyecciones para otros países, como Alemania.
El FMI estima que los precios seguirán subiendo hasta 2023. Anticipa una mejora de la oferta que corrija los desequilibrios con la demanda a lo largo del 2022, “a medida que la demanda se aleje poco a poco de los bienes y se reoriente hacia los servicios, y que se vayan retirando las extraordinarias políticas de apoyo”. Además, se prevé que los precios de la energía y de los alimentos subirán a un ritmo menos intenso en 2022, de acuerdo con los mercados de futuros.
La recuperación no va a ser igual para todos los países. Mientras las economías avanzadas retomarán la tendencia previa a la pandemia este año, varias economías de mercados emergentes y en desarrollo sufrirían significativas pérdidas del producto a mediano plazo. Según las estimaciones del FMI, en 2021 había alrededor de 70 millones más de personas indigentes que antes de la pandemia, lo cual significa que la lucha contra la pobreza retrocedió varios años.