Por redacción de Sin Comillas
Los países de Latinoamérica recibirán más de la mitad de los $250,000 millones comprometidos por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para mitigar las consecuencias del Covid-19 a escala global, pero eso no impedirá que la región se quede rezagada en el proceso de recuperación que ya ha comenzado en el resto del mundo.
El FMI, que ha destinado $127,000 millones a la región, advirtió de que el recrudecimiento de la epidemia en Latinoamérica “amenaza con frustrar una recuperación que ya es desigual y con agravar los enormes costes sociales y humanos”, según un análisis del organismo que dirige Kristalina Georgieva, en el que advierte de que América Latina no alcanzará los niveles pre-Covid hasta 2023, mientras que su Producto Interno Bruto (PIB) per cápita lo hará aún más tarde, en 2025.
Según el FMI, “la crisis ha repercutido desproporcionadamente en el empleo, y las pérdidas se han concentrado sobre todo en las mujeres, los jóvenes y los trabajadores informales y menos cualificados”. Estima que la pandemia ha provocado que más de 17 millones de personas se hayan visto arrastradas a una situación de pobreza.
A pesar de sus advertencias, el FMI ha elevado a 4.1% su pronóstico de crecimiento de la región en 2021, frente al 3.6% que estimaba en octubre, ante “la expectativa de que se amplíen las campañas de vacunación, las mejores perspectivas de crecimiento para Estados Unidos y el aumento de los precios de algunas materias primas”. Aunque el organismo multilateral reconoce que se “cierne una gran sombra sobre este pronóstico” ante la magnitud de los destrozos económicos provocados por el Covid-19. Para 2022, el crecimiento estimado del PIB se reduce a 2.9% en América Latina y el Caribe. La recuperación será asimétrica e incompleta.
En este contexto, el FMI urge a los gobiernos de la región a garantizar una adecuada asignación de recursos a sus sistemas de salud y a mantener el apoyo a los sectores más castigados por el coronavirus con el fin de “afianzar la recuperación, que hasta ahora es incierta”. En este sentido, el FMI advierte de que retirar los apoyos fiscales demasiado pronto pondría en peligro estos objetivos, por lo que cree que “los países que cuentan con margen en sus presupuestos para gastar más deben seguir brindando apoyo a sus economías y focalizarlo mejor, lo cual sin duda acelerará la recuperación”.
Por otro lado, aconseja a los estados con escasa capacidad de gasto concentrar sus esfuerzos en el respaldo a la salud y las familias.