Christine Lagarde, directora gerente del FMI sugiere que la crisis es ahora más grave que en 2008. “Entonces, en 2008, había un camino más ancho para la recuperación que ahora, porque los soberanos tenían más espacio para maniobrar y tenían más capacidad para ayudar al sistema financiero”, advertía Lagarde.
“Se logró empujar la recuperación, alimentar a la economía para que trabajara nuevamente, pero ahora los países no tienen tanto espacio de maniobra, no tienen tantas municiones”, añadió en las sesiones preparatorias del G-20 que se celebran este fin de semana en Washington, donde el FMI y el Banco Mundial celebran sus Asambleas de otoño.
El mensaje ha dejado frío al mercado, pese a que la francesa intentó mostrar que también hay más esperanza que entonces, pensando en su deseada unión de los líderes europeos para salvar la situación. Puso como ejemplo el espíritu de la reunión de los líderes del G-20 en Londres de 2009 y el “espíritu colectivo en la zona del euro”.
En ese sentido, en el plano positivo también destacó el distinto plan de ataque que se está siguiendo ahora desde los organismos internacionales. “Nuestros análisis y nuestra propuesta no está marcada por las variaciones diarias del Dow Jones o el Nasdaq”, apuntó, para añadir que ahora se examina con más detalle “la aplicación de las políticas”.
Aprovechó esta respuesta para lanzar una crítica a los mercados, que “no necesariamente reconocen las buenas noticias que tenemos”, en referencia a “los países en el euro que ya han tomado medidas muy osadas para afrontar la situación de déficit y restaurar las finanzas públicas”.
Su receta fue, por tanto, “implementación, implementación e implementación” con sus “riesgos y sacrificios”, lo que afecta a Grecia “y al resto de países de la zona del euro”.