Por redacción de Sin Comillas
La agencia clasificadora de deuda, Fitch Ratings, degradó los bonos de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) de BB+ a BB. Fitch puso la clasificación en alerta negativa. La clasificación ya estaba en categoría de bono basura desde el 18 de febrero, cuando Fitch degradó la deuda de la AEE de BBB- a BB+.
La determinación de Fitch Ratings se basa en la preocupación sobre la habilidad de la AEE para manejar su demanda de liquidez a corto plazo, al tiempo que vencen las líneas de crédito bancarias por $671 millones durante los meses de julio y agosto de 2014. Según la agencia, la AEE no tiene suficiente dinero en efectivo para pagar estos préstamos.
Con esta degradación, Fitch coloca la clasificación de la AEE al mismo nivel que la del Gobierno porque considera que el Banco Gubernamental de Fomento (BGF) podría ofrecer el apoyo necesario para evitar que la AEE incumpla sus deudas.
El director ejecutivo de la AEE, Juan F. Alicea Flores, explicó que actualmente se encuentra evaluando las opciones disponibles para renovar las líneas de crédito, con la asistencia del Banco Gubernamental de Fomento, y poder contar con el flujo de efectivo que le permita a la corporación pública cumplir sus compromisos financieros.
“Estamos trabajando con nuestro Plan Estratégico y dirigiendo todos nuestros esfuerzos en la recuperación de ingresos y en el control de gastos, para así poder mantener saludable la liquidez en nuestras finanzas, lo que dará paso para estar en la posición financiera adecuada y adelantar nuestros proyectos de mejoras al sistema y diversificación a gas natural”, añadió.
El titular de la AEE destacó que para el próximo año fiscal 2014-2015 ha identificado $170 millones en ajustes administrativos y que continuará evaluando medidas, procesos y controles internos dirigidos a aumentar la eficiencia de las operaciones, atender la estabilidad financiera, los niveles de ingreso y la reducción de gastos de la corporación pública.
La situación financiera de la corporación pública es débil, con $204 millones en pérdidas y $1,500 millones en deudas por cobrar. Fitch considera que para estabilizar las operaciones es necesario un aumento en la tarifa, que no sube desde 1989. Ve de forma favorable la reducción de la dependencia del petróleo, pero opina que necesitará capital adicional para poner en marcha sus planes.
Fitch dijo que resolverá la alerta negativa en los próximos meses.