PARTE 3 DE LA SERIE “Inacción ante potencial contaminante en la Bahía de Guánica”
Una investigación de la Universidad de Miami encontró un contaminante carcinógeno en la sangre en el 86% de la muestra de personas que participaron de su estudio. Es además la primera confirmación de que el químico se encuentra en el aire.
Por Gabriela Carrasquillo | Centro de Periodismo Investigativo
A dos años de que la Agencia de Protección Ambiental (EPA, en inglés) incluyera una zona en Guánica en la lista de prioridades de su programa Superfondo, por ser un área altamente contaminada, un estudio independiente de salud pública reveló que residentes del municipio tienen en la sangre hasta un 2,651% de bifenilos policlorados (PCBs) más alto que el promedio encontrado por agencias de salud federal en personas en Estados Unidos.
El estudio, que divulgó a la comunidad el investigador en salud pública de la Universidad de Miami, Naresh Kumar, también encontró que hay concentraciones del químico en el aire, lo que conlleva una vía de contacto con el contaminante que aún no había sido confirmada.
El 86% de las muestras de sangre tomadas a 150 residentes de Guánica presentaron niveles detectables de PCBs. Las personas mayores de 60 años, arrojaron las concentraciones más altas, lo que resalta el carácter acumulativo del contaminante en el cuerpo, según el estudio de Kumar. El científico dio a conocer los hallazgos a la comunidad la semana pasada en una reunión, acompañado de profesores del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico.
Residentes de Guánica arrojaron una concentración de hasta 27,510 picogramos por mililitro (pg/mL) del carcinógeno en su sangre, mientras que, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC en inglés), las concentraciones normales en el cuerpo usualmente no exceden los 1,000 pg/mL.
“Yo estoy aquí haciendo fuerza para no llorar. Hemos escuchado por mucho tiempo sobre la contaminación del PCBs, pero nunca en todas las reuniones que hemos estado, que son muchas, nunca nadie nos había explicado cuán dañinos son”, comentó en la reunión Benjamín Toro quien se crio frente a la bahía de Guánica y es sobreviviente de cáncer de piel. “Las personas que habemos aquí no representan la población del pueblo de Guánica, y entonces todos estamos contaminados, pero ¿qué han hecho los gobiernos estatal y federal para decirle a la gente que se cuide? Estamos teniendo una situación que me estoy dando cuenta hoy que es más grande de lo que yo pensaba”, agregó.
Los PCBs son contaminantes orgánicos persistentes (COP): Permanecen en el medio ambiente porque son resistentes a la degradación. Solían ser utilizados en transformadores eléctricos, pero su fabricación fue prohibida por la EPA en 1977. Tras descontinuar su producción, la concentración del químico en la población estadounidense ha disminuido, sin embargo, se ha detectado en poblaciones cercanas a industrias que lo utilizaban, lugares que han sido declarados como Superfondo.
A más de un año de que se declarara Superfondo el área de la desaparecida Ochoa Fertilizer en Guánica, ni el Gobierno de Puerto Rico ni el federal han organizado una comunicación de riesgo efectiva para informar a las comunidades afectadas sobre el nivel real de contaminación y aclarar si existe un potencial riesgo a la salud de los visitantes de la bahía, arrojó un reportaje del Centro de Periodismo Investigativo (CPI). La contaminación en el área no se limita al terreno de la antigua fábrica, sino que mediante las aguas pluviales el contaminante se desplazó hasta la bahía, el principal foco de exposición según revelan varias investigaciones de la Universidad de Miami, de las cuales la EPA y la Junta de Calidad Ambiental tienen conocimiento desde el año 2000.
Tras su visita a Puerto Rico, el científico se reunió con la División del Caribe de la EPA que coordina la limpieza a largo plazo de la zona afectada para proveerles los detalles de su estudio.
“Personal de la EPA asignado al proyecto se encuentra evaluando estos datos mientras esperamos el resto de los datos por parte del Dr. Kumar. Algunos de los hallazgos del Dr. Kumar refuerzan los datos de la EPA y respaldan la recomendación de la EPA sobre ejercer precaución en el uso de la Bahía de Guánica”, expresó la agencia por escrito al CPI.
La EPA establece que el “PCB cambia después de su liberación en el medio ambiente. Los tipos de PCB que tienden a bioacumularse en los peces y otros animales, y se unen a los sedimentos, son los componentes más cancerígenos de las mezclas de este químico”. Como resultado, las personas que consumen mariscos contaminados, o entran en contacto con sedimentos contaminados, pueden exponerse a mezclas de PCB más tóxicas que aquellas a las que están expuestos los trabajadores de las industrias donde se utilizaba el químico, especifica la agencia en su página web.
A los participantes del estudio de la investigación de la Universidad de Miami se les preguntó sobre las condiciones de salud crónicas que padecían — entre las opciones estaban cáncer, enfermedades cardiovasculares y diabetes entre otras —.
Kumar identificó una relación entre la concentración del carcinógeno en la sangre de aquellos que padecían condiciones crónicas: Los que tenían entre una y tres condiciones tuvieron los niveles más altos de PCBs en la sangre.
“Las altas concentraciones del químico exacerban los efectos de estas enfermedades”, dijo Kumar. Describió esto como un efecto de biomagnificación.
Según el Instituto Nacional de Salud Ambiental (NIH en inglés), “la exposición a los PCBs se ha relacionado con enfermedades inflamatorias crónicas como enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, obesidad, así como trastornos hepáticos, disfunción endocrina, déficits neurológicos y muchos otros”.
FIGURA 1 – Concentración de PCB en residentes de la Bahía de Guánica según las muestras recolectadas en 2018 y 2019
FIGURA 2 – Concentración de PCB en residentes de la Bahía de Guánica por número de condiciones de salud crónicas
“Cuando vi los datos, quedé en shock”, dijo el también especialista en calidad de aire cuando inicialmente vio los resultados de las primeras 50 muestras de sangre que tomó en 2018. En 2019 regresó a Guánica y tomó 100 muestras más para un total de 150 participantes.
En el estudio de la Universidad de Miami participaron 33 residentes de Barrio Ensenada y 97 de Barrio Pueblo; 20 personas no especificaron su dirección física. Los datos fueron recogidos por el científico y su equipo con el apoyo de la organización Protectores de Cuencas entre 2018 y 2019, sin la colaboración de la EPA.
El trabajo fue financiado por el programa de investigación Superfondo del National Institutes of Health y la Universidad de Miami, y se basa en investigaciones realizadas desde 2013 para que la EPA incluyera a Guánica en la lista de prioridades a descontaminar en Estados Unidos tras haberse encontrado la segunda concentración más alta del mundo de PCB en el sedimento, — después de St. Lawrence River, Canadá —, lo que contamina la cadena alimenticia y el aire.
“A todos [los participantes] se les preguntó si consumen pescados y aquellos que solo consumen el filete [del pescado] arrojaron niveles más bajos [de PCBs] que aquellos que consumen todas sus partes, incluso sus órganos”, detalló Kumar, aunque el hallazgo no fue estadísticamente significativo.
Kumar recomendó a los guaniqueños asegurarse de que los pescados que consumen hayan sido capturados fuera de la bahía de Guánica, los cuales que arrojaron concentraciones menores a 0.5 partes por millón (ppm), menor al límite seguro que establece la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés) — 2ppm.
La EPA espera hace más de un año por que la Agencia de Sustancias Tóxicas y Registro de Enfermedades (ATSDR en inglés) identifique las vías de exposición del químico que afecta a la población.
La ATSDR ha documentado que los PCB “son una preocupación para la salud pública porque persisten en el medio ambiente, se bioacumulan en los tejidos humanos y animales, y potencialmente pueden causar toxicidad crónica o retrasada”.
A la EPA le corresponde hacer la remoción de emergencia, la cual debió iniciar en enero, pero aún no comienza.
“El trabajo incluye la remoción de terreno e investigación adicional de PCB en el suelo de propiedades residenciales y comerciales al oeste de la PR-333 [que colinda con la comunidad], así como la evaluación de cualquier escorrentía de la propiedad”, explicó la EPA en declaraciones escritas.
Ocho veces más altas que en Yauco las concentraciones de PCBs en el aire
Además de en la sangre, Kumar confirmó que el contaminante se halló en el aire.
“Las concentraciones de PCBs en el aire en la costa de la bahía fueron ocho veces mayores que la concentración monitoreada en Yauco, a unos 11 kilómetros tierra adentro”, informó Kumar. Esto ocurre, explicó, porque este contaminante también puede evaporarse.
Las estaciones de muestreo de aire que colocó en los techos de tres propiedades frente a la bahía en la zona del malecón registraron 792, 883 y 1,146 picogramos por metro cúbico por día. Se observó que las casas que reciben el viento del este — donde está la zona más contaminada — reciben más PCBs en el aire, pero se desconoce cuánto llega hasta el Barrio Ensenada en la costa oeste de la bahía ya que la zona no fue parte del estudio.
FIGURA 3 (MAPA PCBS EN EL AIRE)- Concentración de PCB en sedimentos y aire según datos recopilados entre 2013 y 2019
La EPA no establece límites de exposición seguras a PCBs en aire exterior, pero sí para aire interior con un máximo de 500,000 picogramos por metro cúbico. Es decir, las concentraciones del químico en el aire parecieran no ser tan significativas a diario; aun así, podría afectar la salud de las personas expuestas a largo plazo dado que de igual manera se acumulan en el cuerpo, advirtió el investigador.
Sin embargo, el escenario es distinto ante eventos relacionados al cambio climático como huracanes, marejadas ciclónicas, y condiciones ambientales como calor y humedad, que contribuyen “a su distribución y depósito en áreas geográficamente distantes a lo largo de las estaciones”, según la misma EPA. Con relación a estas condiciones, Kumar encontró en 2018 que tras el huracán María la concentración del químico en el ambiente aumentó 10 veces luego de que el sedimento contaminado fuera agitado.
El trabajo de Kumar inició en 2013 con un propósito: Descifrar de qué se trataba la presencia de PCBs en la Bahía de Guánica. Tras encontrar allí la segunda concentración más alta en el mundo de este carcinógeno, dedicó su trabajo a contribuir a que el lugar fuera investigado e incluido en la lista de prioridades del programa Superfondo de la EPA.
Kumar está desde el 2020 a la espera de que la NIH extienda el financiamiento para investigar las concentraciones del químico en el aire alrededor de toda la bahía.
Para más información de este tema:
Parte 1: Gobierno local y federal no alertan sobre sustancia con potencial cancerígeno en la bahía de Guánica
Parte 2: Atrasada la limpieza de los terrenos contaminados con sustancia química en Guánica