Por Redacción de Sin Comillas
Luego de dos años de trabajo se dieron a conocer los resultados del “Estudio de Resiliencia de la Red Eléctrica de Puerto Rico y Transiciones a Energía 100% renovable (PR100)”. El estudio, realizado con fondos de la Administración Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), fue presentado por el Departamento de Energía Federal.
El estudio concluye que Puerto Rico puede satisfacer exitosamente sus necesidades eléctricas proyectadas con energía 100% renovable para 2050. Actualmente, sólo el 3% de la energía proviene de recursos renovables.
Los principales hallazgo del estudio son:
- Puerto Rico puede hacer la transición a energía 100% renovable para 2050 y tiene potencial de recursos de energía renovable más que suficiente para satisfacer sus necesidades eléctricas actuales y futuras hasta 2050.
- Se debe dar prioridad a los aportes de las partes interesadas y de la comunidad, así como la coordinación interinstitucional, será fundamental para garantizar una transición equitativa.
- Puerto Rico debe aumentar significativamente la nueva infraestructura de generación de energía, en la escala de cientos de megavatios, para estabilizar la red y aliviar los déficits de generación actuales.
- Los objetivos se pueden alcanzar desarrollando proyectos de energía renovable en tierras que no estén designadas para fines agrícolas.
- Según todos los escenarios del estudio, la capacidad solar y la capacidad de almacenamiento de los techos de Puerto Rico aumentarán significativamente para 2050. Incluso si se añaden energía solar y baterías a todos las cubiertas de edificaciones adecuados, todavía se necesitarán proyectos de almacenamiento y energía renovable a escala de servicios públicos para satisfacer la carga eléctrica.
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Las inversiones para la nueva generación para crear una red confiable podrían provocar aumentos de tarifas. Se necesita un plan estratégico para controlar los impactos en las tarifas y al mismo tiempo lograr una mayor confiabilidad en el corto plazo y podría centrarse en maximizar el uso de recursos distribuidos (como la energía solar en los techos, la eficiencia energética y el almacenamiento), así como en una gestión rentable de los recursos a escala de la red.