Por Luisa García Pelatti
Víctor Suárez, director de la Autoridad de los Puertos (AP), se muestra confiado en que la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) se expresará a favor de la transacción que pone en manos del consorcio Aerostar la operación del aeropuerto Luis Muñoz Marín.
Para la AP es vital que la transacción se lleve a cabo porque la agencia tiene una deuda de $1,000 millones, de la que unos $500 millones corresponde al aeropuerto. Esa deuda está garantizada por el Banco Gubernamental de Fomento (BGF) y si no se paga (y no se podría pagar si no se cierra la transacción) las agencias acreditadoras podría degradar el crédito de Puerto Rico. “La razón de la transacción es financiera”, aclara Suárez.
Algunas fuentes aseguran que la FAA hará una recomendación positiva, pero exigirá el cumplimiento de una serie de condiciones.
Aunque la FAA nunca ha hablado de fechas límites, se esperaba que se autorizara la transacción hace algunas semanas. “Se han tardado más porque están evaluando la transacción de manera muy rigurosa, porque todo lo que exprese en esta transacción se va a convertir en un precedente para futuras transacciones que tienen pendientes. Por ahí viene la de Midway (el aeropuerto de Chicago). Ya el alcalde de Chicago anunció que va someter eso bajo un modelo similar al de Puerto Rico; y hay otros aeropuertos de Estados Unidos que están próximos a someterse al proceso”.
La operación para otorgar a Aerostar la operación del aeropuerto en un contrato de 40 años cuenta con la oposición de varios sectores. Dentro de la Legislatura, el principal opositor es Jaime Perelló, presidente de la Cámara de Representantes. Una de las principales preocupaciones es que se limite las posibilidades de desarrollo de los aeropuertos regionales.
“Aunque para nuestros abogados y la gente del FAA está clara cláusula sobre el desarrollo de los aeropuertos regionales, hay gente que dice que se puede interpretar de forma distinta”. La FAA pidió a los abogados de ambas partes que interpretaran la cláusula y la interpretaron de la misma manera, explicó Suárez. El desarrollo de los aeropuerto de Aguadilla, Ponce y Vieques no está limitado por esa cláusula.
“Para la que la FAA endose esta transacción es importante que estén confiados que el plan de desarrollo de los aeropuertos regionales es viable, porque ellos tiene unas inversiones allí y los van a seguir regulando”.
Sobre las críticas si se trata de una buena transacción, el director de Puertos responde: “la transacción fue la mejor propuesta que hubo en el mercado en ese momento”.
Suárez aclaró que Aerostar, el consorcio que obtuvo el contrato para operar el aeropuerto, está formado por empresas de Estados Unidos y una empresa mexicana. “Cuando hay este tipo de inversion extranjera en territorio americano el gobierno de Estados Unidos evalúa la reputación de las empresas para poder operar infraestructura sensitiva como ésta”. Aclara que la seguridad del aeropuerto seguirá en mansos de las autoridades federales.
Cuando se exprese la FAA (el Gobierno no espera una decisión negativa) el proceso del cierre financiero podría durar varios días y luego se abre un periodo de transición que podría tomar varios meses.