MADRID (AP) — El gobierno de España recibió en dos frentes nuevos golpes relacionados con la crisis financiera del país: miles de manifestantes enfurecidos por la austeridad y alzas fiscales se enfrentaron a la policía cerca del Parlamento, mientras que los costos del endeudamiento soberano aumentaron en una subasta de bonos.
Más de 1,000 policías antidisturbios fueron desplegados el martes para bloquear los accesos al edificio del Parlamento, en el corazón de Madrid, debido a lo cual los manifestantes ocuparon avenidas y paralizaron el tráfico en la hora pico vespertina.
Los policías utilizaron porras para repeler a algunos manifestantes que iban hasta delante de la marcha, en la que participaron unas 6,000 personas. Los ánimos se incendiaron y algunos manifestantes tiraron barricadas y lanzaron piedras y botellas a las fuerzas del orden.
Según imágenes de televisión, los agentes respondieron con golpes a los manifestantes y un productor de televisión de The Associated Press vio a varias personas con sangre en la cabeza y a las que la policía se llevaba a rastras. La televisión estatal española dijo que al menos 28 personas, entre estas dos policías, resultaron heridas y 22 fueron detenidas.
La manifestación, organizada bajo el lema “Ocupemos el Congreso”, atrajo a miles de personas de toda España, cansadas de nueve meses consecutivos de dolorosas medidas de austeridad que impuso el presidente del gobierno Mariano Rajoy y su mayoría legislativa sólida. Protestas de menor escala atrajeron el martes cientos de manifestantes en Barcelona y Sevilla.
Los manifestantes en Madrid, que sólo pudieron acercarse a 250 metros del Parlamento, expresaron su furia a gritos contra los legisladores: “¡Váyanse! ¡Largo! ¡No nos representan! ¡Despídanlos! Algunos manifestantes pidieron que se realicen nuevas elecciones, alegando que las medidas de austeridad muestran que el gobernante Partido Popular engañó a los votantes cuando ganó el poder en los comicios de noviembre de manera abrumadora.
España se debate en su segunda recesión en tres años y con una tasa de desempleo cercana al 25%. El gobierno ha adoptado medidas de austeridad y reformas económicas en un intento por convencer a sus socios del euro y a los inversores de que ha tomado en serio la meta de reducir su abultado déficit presupuestal al 6,3% del producto interno bruto en 2012 y a 4,5% el año en 2013.
El déficit alcanzó en agosto los 50,100 millones de euros ($64,790 millones), equivalente al 4.77% del PIB, dijo el gobierno el martes.
España ha estado bajo presión de los inversionistas para que solicite ayuda formalmente al Banco Central Europeo a fin de mantener bajos sus costos de endeudamiento. Rajoy todavía no ha dicho si Madrid solicitará la ayuda, pues se muestra reacio a aceptarla debido a que dicho apoyo viene con condiciones.
Se espera que el gobierno dé a conocer una nueva serie de reformas el jueves, cuando presente su proyecto de presupuesto para 2013. Un día después se conocerán los resultados de las pruebas de liquidez realizadas a los bancos afectados por el derrumbe del sector de bienes raíces en el país.
El gobierno determinará entonces cuánto aprovechará de un préstamo de 100.000 millones de euros al que ya tiene acceso, para ayudar a rescatar a los bancos. Según las primeras estimaciones, la banca necesitará unos 60,000 millones de euros.