Por Luisa García Pelatti
MADRID – La economía española terminará este año en recesión y el año que viene seguirá en negativo. Luego empezará a crecer, pero será por debajo de su nivel potencial, en torno al 2% hasta el 2015. Estas son las proyecciones que presentó Alejandra Kindelan, subdirectora de Servicio de Estudios y Public Policy de Santander, durante el XI Encuentro Santander-América Latina, en el que participan una veintena de periodistas de América Latina.
En el corto plazo, dice Kindelan, el ajuste que está realizando España será doloroso, “pero es importante que se haga para ser sostenibles y menos vulnerables”.
“La economía cayó menos que la europea de la crisis de 2008, pero ahora le está costando mucho porque hubo años de crecimiento fuerte y se acumularon desequilibrios”. Ahora, la economía española tiene un apalancamiento elevado, un déficit público que hay que corregir y todo eso en un entorno financiero muy difícil.
El sector inmobiliario, unos de los más afectados durante esta crisis, está a niveles de 1960. Se venden 60,000 viviendas anuales, pero se necesitan vender 250,000 para agotar el inventario. El precio de las viviendas ha caído 25% y puede llegar a caer 10% más.
Sobre los problemas en la eurozona, la economista explicó que se parte de un “diseño defectuoso”. Es una unión monetaria sin unión fiscal ni política. “No hay un presupuesto común. No hay un prestamista de última instancia. El Banco Central Europeo no juega como la Reserva Federal”.
Todos los incentivos son para salvar el euro, pero las decisiones son difíciles de tomar porque son muchos jugadores.
“Esta semana hay una cumbre muy importante”. Kindelan opina que es posible que se diluyan las tensiones en el corto plazo aunque regresen en unos años.