Agencias
El gobierno español anunció el miércoles la nacionalización de Bankia, el cuarto mayor banco del país, en un intento por evitar que las dudas sobre la solvencia de la entidad socaven al resto del sistema financiero.
La decisión la comunicó el ministerio de Economía y se produjo tras varios días de rumores sobre la salud de Bankia, que ha reconocido una exposición de 32,000 millones de euros ($41,390 millones) en activos tóxicos vinculados en su mayoría al colapso del sector inmobiliario en el país ibérico.
Bankia será la octava entidad que pasa a controlar el Estado desde que estallara la crisis en 2008 y, sin duda, la más importante hasta la fecha. Cuenta con 10 millones de clientes en España y activos por valor de $440,435 millones.
De todo el sistema financiero, Bankia era el más expuesto a los créditos ligados a la burbuja de la construcción, pero el gobierno aseguró a la ciudadanía que sus ahorros están a salvo y garantizados.
Fue el nuevo presidente del banco, José Ignacio Goirigolzarri, quien propuso la nacionalización parcial de de Bankia nada más asumir el cargo el miércoles. El gobierno ratificó a Goririgolzarri, ex consejero delegado del BBVA, al frente del equipo gestor del banco.