Juan Lara. (Foto de archivo)

Por Juan Lara*

Hace apenas unas semanas, en un estudio serio, ponderado y sobrio, el Banco de la Reserva Federal de Nueva York dijo que la competitividad de Puerto Rico se enfrenta a serios retos debido a múltiples fallas estructurales.  Ahora, el WEF dice que somos la economía más competitiva de América Latina.  Es una contradicción flagrante que no se puede soslayar.

Ya sabemos que el índice del WEF es alrededor de 70% opinión subjetiva.  En realidad, habría que decir que lo que el índice dice es que “una muestra de líderes empresariales puertorriqueños piensan que Puerto Rico es la economía más competitiva de América Latina”.  No es lo mismo.

¿Puede alguien, con la cara seria, decir que la economía puertorriqueña es más competitiva que la de Brasil, o la de Panamá?  Cualquier debate sobre eso sería desperdiciar palabras y malgastar aliento.  Basta con mirar los miles de millones de dólares en inversión privada que entran anualmente a esas economías, y comprarlo con nuestra realidad.

Mi consejo a los que tengan dudas.  Lean el informe del Banco de la Reserva Federal de Nueva York y dénle la atención que merece.  En cuanto al índice del WEF, tómenlo con cuidado.  Me parece que se presta más para medir el estado de ánimo de los entrevistados en Puerto Rico (que no son una muestra estadística aleatoria) y para ver cómo cambia en el tiempo, que para compararnos con otras economías.  O sea, que hay que verlo más bien como una especie de índice de confianza empresarial que como una medida de competitividad útil para la comparación internacional.

 * El autor es economista y profesor de economía de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.