Comunidades amenazadas
“Al final de todo esto, las enmiendas a la Regla de los residuos de la quema de carbón que ahora propone la EPA terminarán debilitando la protección a los acuíferos”, advirtió la abogada en Derecho Ambiental, Ruth Santiago Quiñones.
“Justo ahora, cuando se supone que [AES Puerto Rico] esté divulgando información sobre cómo está el agua subterránea en el área donde tienen la montaña de cenizas, se nos ha puesto una barrera por parte de la administración [de Trump] y de la EPA para conseguir esa información que tanto necesitamos”, continuó.
Según expuso Santiago, de aprobarse los cambios propuestos por Pruitt, la regla federal no permitirá que se detecte y atienda a tiempo la potencial entrada de metales pesados a pozos de agua potable del área, instrumentales para las comunidades cercanas.
“En esa área definitivamente sabemos que hay un acuífero que suple a las comunidades de Guayama y que descarga en la Bahía de Jobos”, añadió.
Por su parte, Víctor Alvarado Guzmán, cofundador de la agrupación Diálogo Ambiental de Salinas, opinó que el nuevo plan de la agencia confirma “no solo que la EPA está visiblemente secuestrada por empresas carboneras, sino que para todos ellos las vidas de las personas tienen precio”.
“Estas enmiendas podrían ahorrarle a los empresarios carboneros hasta $100 millones al año, pero será a costa de aumentar el peligro de contaminación ambiental y del efecto negativo que tiene el depósito de cenizas en la salud de comunidades”, dijo Alvarado.
“Esto reabre las puertas para que AES pueda ahora utilizar las cenizas en cualquier sitio y para que la contaminación que hay en todo lugar donde se han utilizado estas cenizas tóxicas permanezca escondida. Sin que AES tenga que rendir cuentas”, puntualizó.
Como reseñó dos años atrás la serie investigativa “Bomba de tiempo: las cenizas de carbón”, entre los años 2004 y 2011 sobre dos millones de toneladas de cenizas de carbón de AES fueron convertidas en relleno para urbanizaciones y vías en los municipios de San Juan, Dorado, Caguas, Toa Alta y Juncos, además de Arroyo, Guayama, Salinas, Santa Isabel, Coamo, Ponce y Mayagüez.
Desde entonces, cerca de 400 mil toneladas han sido descartadas en vertederos de Humacao y Peñuelas, pero se desconoce con certeza dónde han terminado 1.1 millones de toneladas adicionales producidas por la empresa.
Las enmiendas propuestas este jueves por la EPA son las más recientes de una extensa lista de cambios promulgados durante el pasado año para revertir o eliminar reglamentos federales a los que se opone la industria de combustibles fósiles de los Estados Unidos.
El documento de Pruitt recomienda además dejar en manos de los estados la decisión de ser más o menos restrictivos en el manejo de las cenizas.
Al cierre de su comunicación, el administrador Pruitt aseguró que la agencia abrirá esta propuesta a un período de comentarios, que permita a ciudadanos u organizaciones opinar sobre las enmiendas. También, que planifica la celebración de una vista pública para recibir reacciones adicionales.
El período de comentarios se extenderá por 45 días a partir del momento en que sea publicado en Registro Federal.