Por redacción de Sin Comillas
Desde hace 39 años, los presidentes de los principales bancos centrales del mundo se reúnen esta semana (del 25 al 27 de agosto) en Jackson Hole, Wyoming, para participar en el Simposio Anual sobre Política Económica. En esos días se debate sobre el futuro de la política monetaria en general y más concretamente en lo que pasará con las tasas de interés en Estados Unidos.
Históricamente, la Reserva Federal ha aprovechado la reunión de Jackson Hole para dar pistas sobre el futuro de su política monetaria, por eso los mercados están pendientes de cualquier mensaje que ayude a anticipar si habrá una subida de 50 o de 75 puntos básicos. La primera opción significaría seguir con el plan establecido, mientras que la segunda, que ha ganado peso durante los últimos días tras la publicación de las actas de la última reunión de la Reserva Federal, supondría un movimiento más agresivo. El viernes por la mañana intervendrá Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos.
El Comité de Mercados Abiertos de la Reserva Federal (que decide el nivel de las tasas de interés) se volverá a reunir los días 20 y 21 de septiembre.
El congreso de Jackson Hole reúne a banqueros centrales, académicos, ministros de economía y otras autoridades empresariales, y constituye uno de los congresos de política monetaria más importantes del mundo. La participación en la reunión está limitada y sólo los periodistas seleccionados pueden asistir.
Esta cumbre se celebra desde 1978, organizada por el Banco de la Reserva Federal. Los primeros años se celebró en Kansas City, pero después de trasladó a Jackson Hole para atraer a economistas y periodistas a su asamblea anual, y, en concreto, al entonces presidente de la Reserva Federal, Paul Volcker, un gran aficionado a la pesca. Jackson Hole es un buen lugar para practicar esta actividad.