Por Redacción de Sin Comillas
Cada semana, 2.5 periódicos cierran en Estados Unidos, según una investigación de Northwestern University. Desde 2005, han desaparecido casi un tercio de los diarios y dos tercios de los periodistas han perdido su empleo.
El año pasado, 2,681 periodistas de quedaron sin trabajo en Estados Unidos, de acuerdo a un estudio de la firma de consultoría Challenger, Gray & Christmas.
La última víctima de esta masacre editorial es Los Angeles Times, que en enero despidió a 115 reporteros. El Washington Post había eliminado 240 puestos de trabajo en octubre y la revista Time prescindió de 100 trabajadores de su plantilla.
Los lectores no quieren pagar
Los expertos explican que las suscripciones no logran compensar la caída de los ingresos publicitarios en la última década. Los lectores no quieren pagar para leer noticias. Steve Padilla, editor de Los Angeles Times, explicaba en una entrevista en el diario español El Mundo cuáles son los factores que explican la situación actual: la escasa conexión de las nuevas generaciones con el periodismo impreso, la penetración de las redes sociales, el acceso a contenido gratuito en internet o la falta de confianza en la prensa en general, especialmente tras la irrupción de corrientes populistas en Estados Unidos.
“En realidad, esto es más una batalla cultural que financiera, y si hay que buscar un culpable ese es sin duda el consumidor, por no querer pagar por información fiable y contrastada”, dice Padilla.
La crisis es aún peor para los periódicos locales pequeños. Según el estudio de Northwestern University, hay más de 200 condados en Estados Unidos que no cuentan con medios de comunicación que informen de lo que pasa en sus comunidades. El informe destaca que “la pérdida significativa de medios en comunidades pobres y desatendidas supone una crisis para la democracia”.
En Puerto Rico, un informe de la City University of New York (CUNY) de 2019, indicaba que había 20 periódicos. Desde entonces la cifra ha seguido disminuyendo. Tras la crisis financiera y el huracán María, las ganancias disminuyeron dramáticamente. “Estos medios tienen escasos recursos, pocas o ningunas ganancias, y a veces apenas una persona para producir, editar y distribuir el contenido”, recoge el informe de CUNY.
En la Isla, la mayoría de las publicaciones son gratuitas y sobrevive gracias a unos ingresos publicitarios cada vez más escasos y a los pocos lectores que deciden pagar. El Nuevo Día, uno de los pocos diarios en la Isla que no son gratuitos, acaba de anunciar un alza de 122% en el precio del periódico. La crisis afecta incluso a los más grandes.
“La sociedad en conjunto debe asumir la responsabilidad de encontrar un modelo financieramente viable para los periódicos y los medios de comunicación. De lo contrario, estamos ante un grave problema”, afirma Gordon Stables, profesor de periodismo de la Universidad del Sur de California (USC).