Opinión

Por Héctor Tavárez*

Los puertorriqueños tenemos el privilegio de poder disfrutar de las maravillas que nos brinda la naturaleza, incluyendo las playas. Las playas de Puerto Rico son atractivas tanto para los residentes locales, como para los extranjeros que visitan nuestra isla. Lamentablemente existen fenómenos, como el sargazo, que afectan nuestras playas y el tiempo de ocio de los visitantes. Esto tiene sus implicaciones tangibles, así como menos visibles en la economía de Puerto Rico. ¿Qué es el sargazo? ¿Por qué llega a nuestras costas? ¿Cuál es su efecto en la economía local? ¿Qué podemos hacer para mitigar el efecto? A continuación, discutimos estos asuntos.

El Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) de Puerto Rico explica lo siguiente: “Un estudio del Marine Pollution Bulletin establece que el sargazo pelágico está compuesto por dos especies de algas pardas, Sargassum natans y Sargassum fluitans. Estas algas pardas poseen estructuras que les permiten flotar y ser transportadas por las corrientes marinas, a diferencia de las que viven adheridas al suelo marino, por lo cual el sargazo se mueve a merced de las corrientes oceánicas.” El sargazo libera gases nocivos a la salud como el amonio y el sulfuro de hidrógeno. Además, su acumulación es perjudicial para los ecosistemas acuáticos. Al descomponerse la gran cantidad de sargazo, este emana malos olores en la zona.

Es común percibir sargazo en las playas de Puerto Rico durante la última década. Por ejemplo, en el 2021 se experimentó una gran cantidad de sargazo en la región este de Puerto Rico. Este año observamos acumulación de sargazo en el oeste. El DRNA estimó recoger hasta seis toneladas de sargazo de la playa Crash Boat en Aguadilla, lo que ejemplifica la cantidad de este material que llega a nuestras costas.

El sargazo tiene varios impactos en la economía local. Algunos de ellos son tangibles, mientras otros son más difíciles de percibir. Lo primero, es el impacto a la vida marina. Para el 2021, los resultados preliminares de un estudio liderado por William Hernández, adscrito al Centro de Investigación y Desarrollo del Recinto de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico, señalan que la muerte de peces en La Parguera y Palmas del Mar coincidió con la disminución significativa de los niveles de oxígeno del agua tras la acumulación de sargazo entre mayo y junio. Lamentablemente, esto afecta la pesca, alterando los ingresos de las familias de los pescadores. Esto puede afectar también los comercios de la región debido a que la disponibilidad de mariscos y pescados en el menú puede escasear, lo que causa disgusto entre los consumidores.

Segundo, debido a su mal olor y disgusto visual, el turismo se ve altamente comprometido. Los turistas representan fuente de ingresos en cualquier región, tanto así que hay países que dependen altamente del turismo. Los turistas, tanto extranjeros como locales, gastan dinero en alojamiento, comida, souvenirs, estacionamiento, transportación, etc. Debido al efecto multiplicador, esto genera empleos en otros sectores de la economía de la región, y en otras zonas. Por lo tanto, estos contribuyen a la creación de empleos directos e indirectos. Mas aún, los turistas contribuyen tanto a la economía formal, como a la economía informal de la región afectada, ayudándolos a cubrir sus necesidades básicas. Una disminución en el turismo, debido al alto volumen de sargazo, afecta la calidad de vida de las familias que dependen de visitantes en la zona.

Lamentablemente, este efecto del sargazo sobre los turistas puede tener consecuencias negativas a largo plazo, debido a lo que en economía se conoce como rezagos temporales. Es decir, los turistas pueden llevar esta información a sus países o regiones, lo que afecta la decisión de los turistas en el futuro en regresar a esta playa, aun cuando el problema del sargazo ya no esté presente. Por lo tanto, el impacto del sargazo sobre la economía local es mayor de lo que se puede calcular a corto plazo.

Tercero, existen valores menos tangibles que requieren una evaluación más detalla para poder entender su importancia. El tiempo de ocio, el disfrute de la belleza escénica y la recreación con la vida marina debajo del mar tiene un alto valor. Lamentablemente, este valor no se contabiliza en los indicadores económicos a nivel nacional, pero esto no quiere decir que no es importante. Una gran cantidad de estudios en economía ambiental han demostrado que el tiempo de ocio, la belleza escénica y el disfrute de los ecosistemas acuáticos tienen un valor significativo para los residentes y turistas, especialmente cuando se agregan las estimaciones para la población total afectada. Las personas disfrutan por apreciar los cuerpos de agua, bucear o realizar snorkeling para ver arrecifes y otros lugares debajo del mar, nadar, compartir en familia, etc. Con el sargazo en la costa, todas estas actividades recreativas se pueden ver afectadas.

Otro asunto es que culturalmente existen playas que son de gran importancia para muchas familias puertorriqueñas. Por ejemplo, la Guancha en Ponce es comúnmente visitada por muchos puertorriqueños por su historia y común reconocimiento entre los puertorriqueños. La playa Crash Boat en Aguadilla es bien popular en la isla no solo por su belleza, sino también por el muelle que lo caracteriza. Playa Jobos en Isabela también es visitada por muchos residentes locales y turistas debido a que sus condiciones facilitan el surfing. Estas playas, al igual que otras, tienen un valor cultural considerable, pero no es reconocido por los indicadores económicos.

El sargazo ha afectado los sistemas de enfriamiento necesarios para proveer servicios de energía eléctrica en Puerto Rico. Por ejemplo, en el 2021, el volumen de sargazo afectó el sistema de enfriamiento de las plantas de energía en Aguirre y Palo Seco, lo cual alteró el servicio de energía eléctrica. Esto no solamente causa pérdidas económicas para los comerciantes y fabricantes, sino también a la salud de los puertorriqueños, especialmente de la población más vulnerable que depende de energía eléctrica en sus hogares. El valor de la vida de las personas es intangible. En este sentido, es imprescindible atender el problema del sargazo en regiones donde las plantas eléctricas dependen del agua de mar para el sistema de enfriamiento.

El sargazo llega a nuestras playas desde el 2011 por las corrientes en el Océano Atlántico y este se descompone naturalmente con el pasar del tiempo. Sin embargo, ya conocemos que este tiene un impacto significativo en la economía local y en la sociedad, lo que requiere de un manejo sostenible para asegurar que no se afecte la calidad de vida de los residentes. Invertir en equipos, mano de obra, mantenimiento y manejo de este desperdicio puede ser costoso, pero este se debe comparar con todos los beneficios de eliminar o reducir el volumen de sargazo en la zona. De hecho, existen programas de manejo en otros lugares que evalúan la utilización del sargazo como materia prima o insumo de producción en la manufactura. Por ejemplo, se ha explorado el uso del sargazo para la creación de gomas para sandalias y cremas para cosméticos veganos. En Puerto Rico, un grupo de estudiantes crearon material a base de sargazo para impresoras de tres dimensiones. Otro grupo de estudiantes desarrollaron experimentos para transformar el sargazo a biofertilizante para la agricultura. Sin embargo, antes de utilizarlo como fertilizante hay que hacerle pruebas de contenido de metales pesados, ya que se ha encontrado que el sargazo acumula arsénico y cadmio (o sea, se deben hacer las pruebas y estudios pertinentes antes de usar este fertilizante). Hay que entender que el sargazo se puede recoger como materia prima para utilizarlo en otras empresas que lo procese, y eso es una oportunidad económica, afín con la economía circular.

En conclusión, es crucial entender los problemas que nos afectan como residentes puertorriqueños, así como explorar las oportunidades que surgen a raíz de estos cambios. El sargazo nos afecta negativamente como sociedad, por lo que es importante trabajar sobre programas de manejo sostenible que a largo plazo mejoren nuestra calidad de vida. Tenemos que darle continuidad a los estudios realizados y a nuevas investigaciones con propuestas innovadoras que nos ayuden no solo a entender el problema del sargazo, sino también a resolverlo para el bienestar de todos. El Estado puede estimular para que las empresas privadas aprovechen esta materia prima para el desarrollo de nuevos productos, que a la vez aporten a la economía, como un modelo de economía circular.

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  • El autor es profesor en el departamento de Economía Agrícola y Sociología Rural de la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez.