Por Luisa García Pelatti
El precio de la vivienda continúa la senda de crecimiento que inició hace nueve meses y en febrero experimentó un incremento de 17.5% respecto al año pasado, hasta un precio promedio de $174,758, según datos de la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras (OCIF).
Pese a la pandemia, la demanda se mantiene alta, sobre todo en el sector de viviendas nuevas. Las bajas tasas de interés, la escasez de oferta de viviendas existentes y la falta de construcción de viviendas nuevas son algunos de los factores responsables de este aumento en precio.
En febrero, se vendieron 1,146 viviendas, un 23.2% más que en el mismo mes del año pasado. Son los mejores resultados para un mes de febrero en, al menos, una década.
Las ventas de viviendas nuevas son las que registran un mayor crecimiento. En febrero, se vendieron 97 viviendas nuevas, un 64.4% más que el año pasado. El precio promedio de la vivienda nueva se situó en $236,228, un 63.6% por encima del mes de febrero de 2020.
Por otro lado, se vendieron 1,049 viviendas existentes, un aumento de 20.4%, el octavo aumento consecutivo. El precio promedio de la vivienda existentes creció 13.1% hasta $169,074.
Las ventas se habían desplomado en los meses de marzo, abril y mayo para luego repuntar con crecimientos de doble dígito.
En el 2020 las ventas de viviendas cayeron 8.3%, hasta 10,209, el primer descenso en tres años. Las ventas anuales de viviendas –que superaban las 16,000 unidades en el 2011 y se habían mantenido en torno a las 10,000 unidades anuales desde el 2013– cayeron hasta 8,797 viviendas en el 2017 afectadas por el huracán María. Era la primera vez en más de una década que las ventas anuales caían por debajo de las 10,000 unidades al año.