Por Francisco N. Montalvo Fiol
Recuerdo cuando niño lo impresionante de ver mapas antiguos con monstruos marinos y tierras extrañas más allá del mundo conocido y aún sin explorar – terra incognita. Esta inscripción se encontraba en los mapas antiguos para designar las tierras situada más allá de la civilización. Como aquellos dibujos de seres y tierras extrañas, la combinación de la crisis de la pandemia y la gran desaceleración económica global, abren la puerta a la nueva terra incognita. COVID-19 dejará una huella duradera en la economía mundial, causando cambios permanentes y enseñando lecciones importantes. Como los exploradores vamos a atravesar el velo de lo desconocido y tratar de discernir el futuro cercano.
- La gran desaceleración económica: Si bien no hay forma de saber exactamente cuál será el daño económico de la pandemia mundial de coronavirus COVID-19, existe un acuerdo generalizado de que la misma tendrá graves impactos negativos en la economía mundial. La ONU (Organización de las Naciones Unidas) prevé que la economía mundial en 2020 se reducirá en un 3.2%, acumulando unos $8.5 trillones en pérdidas generales. Los bancos centrales alrededor del mundo (Reserva Federal, Banco Central Europeo, Banco de Inglaterra, Banco de China, etc.) han inyectado sobre $20 trillones de dólares (equivalente a un cuarto de la economía global) en estímulos – resultado: mínimo impacto económico. Varias de las principales economías mundiales han reportado severas contracciones económicas: Alemania 12%, España 18%, Francia 14%, Singapur 41% y Japón 20%. La economía de los Estados Unidos se desplomó en un 33% en el segundo trimestre del 2020 – la mayor debacle económica desde la Segunda Guerra Mundial. Podría haber sido peor, sin el paquete de estímulos que aprobó el Gobierno Federal en respuesta a la crisis del COVID-19 lo que, por otro lado, añadió al creciente déficit presupuestario Federal que ya ronda en los $4 trillones de dólares. En el caso de Puerto Rico, varios analistas apuntan a que la contracción económica en la Isla tiene que haber sido superior al de Estados Unidos, porque el cierre aquí fue más estricto y más largo.
- Impulso a la automatización: El COVID-19 está impulsando la necesidad de acelerar la automatización para realizar trabajos evitando el contacto humano. Por lo tanto, para bien o para mal, los robots reemplazarán a muchos humanos en sus trabajos y el brote de coronavirus está acelerando el proceso. Las empresas grandes y pequeñas están expandiendo la forma en que usan robots para aumentar el distanciamiento social y reducir la cantidad de personal que tiene que venir físicamente al trabajo. Los robots también se están utilizando para realizar roles que los trabajadores no pueden hacer en casa. Por ejemplo: Las cadenas de comida rápida como McDonald’s han estado probando robots como cocineros y servidores. En los almacenes, como los operados por Amazon y Walmart, los robots ya se usaban para mejorar la eficiencia. Como resultado de la pandemia, ambas compañías buscan aumentar el uso de robots para clasificar, enviar y empacar.
- Hacia una nueva moneda de reserva internacional: De-globalización y de-dolarización. Como resultado de la pandemia global, las empresas están reevaluando el papel de China en las cadenas de suministro mundiales. Muchas empresas planifican reubicar al menos parte de su producción en otros lugares. De acuerdo con un nuevo informe de Goldman Sachs, uno de los bancos más importantes de los Estados Unidos, el dólar norteamericano podría estar en un peligroso camino a perder su puesto como la moneda dominante en los mercados mundiales. La combinación de altos déficits presupuestarios e inestabilidad política han causado pérdida en la confianza del dólar norteamericano. Muchos opinan que esta situación pudiera causar un reordenamiento del sistema monetario mundial. ¿Volveremos a un estándar de oro? ¿El dólar será reemplazado paulatinamente por otra moneda? – propuesto por el gobernador del Banco de Inglaterra – o por una unidad internacional como el SDR (Special Drawing Rights) del Fondo Monetario Internacional?
- Nuevo normal – los “ganadores”: Ante la nueva realidad creada por la pandemia, si hay ganadores: la demanda de servicios que se pueden realizar de forma remota o proporcionar soluciones a los desafíos de la reducción de las interacciones personales, como la tecnología de la información y las comunicaciones (TIC) y las entregas, ha aumentado significativamente – en algunos casos sobre el 60%.
-
- Las compañías de telemedicina y salud digital han visto un uso vertiginoso durante la pandemia. Analistas en EE. UU. esperan que las visitas puedan superar los 200 millones este año, por encima de la estimación anterior de 36 millones.
- Las empresas principales de tecnología han aumentado su valor durante el periodo de la pandemia. Amazon, Apple, Facebook, Microsoft y Tesla han experimentado un aumento de sus ganancias.
- Los bienes raíces industriales, especialmente almacenes, han disfrutado de ritmo acelerado de e crecimiento.
- Tecnología – a diferencia de los centros comerciales y hoteles, los centros de datos han obtenido una designación de “negocio esencial”. De hecho, algunas instalaciones del centro de datos ahora están operando al máximo de su capacidad en varias partes del globo.
- Supermercados – Los supermercados y las farmacias se encuentran entre los lugares a los que ciudadanos continúan aventurándose, especialmente porque los horarios para las entregas de comestibles en línea se pueden reservar con semanas de anticipación para algunos proveedores, y los artículos comunes del hogar pueden estar agotados en línea.
- A nivel global, China – la economía más grande, con un PIB (poder adquisitivo – PPP) de $25.2 trillones – anuncio un crecimiento en su economía 3%, muy por debajo de años anteriores.
- En el caso de Puerto Rico, de materializarse la inyección de fondos federales post María, terremotos y pandemia, la Isla pudiera experimentar un crecimiento de 1.3% – El crecimiento del año fiscal 2021 se verá impulsado por un alza de 7.6% en la inversión en construcción, principalmente por parte del gobierno (10.3%), pero también del sector privado (4.5%). La proyección contempla que a lo largo del año desaparezca la crisis ocasionada por el Covid-19.
- ¿Un nuevo orden? Los elementos de arriba mencionados pudieran hacer el repensar la relación entre los ciudadanos, sus gobiernos y el papel del sector privado. Entre las reacciones de los gobiernos a la crisis económica causada por el CODVID 19 ha sido el proveer fondos e inyecciones multibillonarias directas a empresas y ciudadanos. ¿Veremos la introducción de un sistema de ingreso básico universal (universal basic income)? ¿El impacto del coronavirus hará repensar los sistemas de cuidado médico? Dado la importancia central que ha toma el Internet y los canales de comunicación durante los periodos de aislamiento, ¿se consideraran como una utilidad pública como el agua y la electricidad? ¿Es el Internet un derecho público como la educación y la salud?
“El futuro no es lo que solía ser” es una de las famosas citas del legendario jugador de los New York Yankees, Yogi Berra. Vivimos tiempos noveles y de gran incertidumbre. Sería un error pensar que las condiciones comerciales y financieras volverán rápidamente a los niveles previos al brote del coronavirus. Una recesión o depresión global podría cambiar el comportamiento de los consumidores y las empresas de formas difíciles de predecir o pronosticar. Queramos o no, el mundo se encamina a una nueva era.