Por Luisa García Pelatti

En el 2007 se hablaba de que el inventario de vivienda tardaría más de 60 meses en agotarse. Ahora, ese período se ha reducido a sólo 24 meses, según revela el estudio “Perspectivas del Mercado de Vivienda en Puerto Rico 2011-2015”. Esta reducción del inventario pueden generar oportunidades para los bancos, porque con la reducción del inventario se estabilizan los precios, se activan proyectos que estaban paralizados o morosos y surgen oportunidades para financiar nuevos proyectos.

El estudio, realizado por la firma Estudios Técnicos, Inc. y comisionado por la Asociación de Bancos, identifica los factores económicos y sociales que afectan la demanda de vivienda y estima que las ventas de viviendas se mantendrán en torno a las 5,000 unidades al año como resultado de la situación económica, las restricciones crediticias y los cambios demográficos. Esta cifra es la mitad de lo que se vendía hace cinco años.

Actualmente, hay una 12,000 unidades de vivienda en inventario en diversas etapas de construcción, de las que unas 8,000 están listas para la venta.

El estudio, que es una actualización del que se hizo en el 2007, muestra una disminución del inventario de vivienda y alerta sobre la necesidad de comenzar a planificar la construcción de vivienda nueva.

Graham Castillo, presidente de Estudios Técnicos, Inc., señaló que la recesión económica está llegando a su fin y que “esto ofrece la posibilidad de una mejoría, aunque modesta, en el mercado residencial en los próximos años”.

Las proyecciones demográfica apunta a la formación de 10,196 hogares nuevos cada año, la mitad de lo que era en décadas anteriores.

En algunos segmentos del mercado pude haber escasez de vivienda. Por ejemplo en las viviendas con precios por debajo de los $100,000 donde la demanda es alta y la oferta limitada.

En los proyectos con precios por encima de los $200,000, el inventario puede agotarse a lo largo de este año, según el estudio, lo que significaría que habría un aumento moderado en la actividad de construcción para el 2013.

Aurelio Alemán, presidente de la Asociación de Bancos, opina que la reducción del inventario de vivienda es positivo para la banca porque ayuda a estabilizar los precios, que se han estado reduciendo. Otras de las implicaciones de un inventario menor es que hay que comenzar a planificar proyectos desde ahora por el tiempo que toma el proceso de permisos y construcción.

Un segmento en crecimiento es el de vivienda para envejecientes y el de vivienda de alquiler.