Por Luisa García Pelatti
Con una deuda de más de $2,200 millones y un déficit operacional de $354 millones, la Autoridad de Carreteras y Transportación está en una delicada situación que el Gobierno contempla solventar con dos estrategias. Por un lado, refinanciar la deuda mediante una emisión; y por otra parte resolver las necesidades recurrentes de efectivo a través de un aumento del arbitrio al petróleo y otras medidas para aumentar ingresos y reducir gastos cuyo objetivo es permitir que la corporación pueda seguir operando.
El Banco Gubernamental de Fomento (BGF) celebró ayer una conferencia de prensa, en conjunto con la Autoridad de Carreteras, para explicar por qué proponen aumentar el arbitrio al barril de petróleo de $9.25 a $15.50.
Carreteras tiene un presupuesto aprobado que llega sólo hasta este mes de noviembre. El déficit asciende a $354 millones, con un componente recurrente de $156 millones, y le adeuda $150 millones a suplidores, una deuda que anticipa saldar en un periodo de dos años si el plan funciona.
A diferencia de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), Carreteras no se puede acoger a la Ley para el Cumplimiento con las Deudas y para la Recuperación de las Corporaciones Públicas de Puerto Rico (“Ley para la Recuperación”), que permite a algunas corporaciones reestructurar sus deudas. Reestructurar su deuda no es una opción porque el principal acreedor es el BGF, que quedaría con ello descapitalizado.
“Si te vas a la Ley para la Recuperación con Carreteras eliminas cualquier posible transacción en el mercado y el BGF no recibe los $2 billones de liquidez”, comentó David Chafey, presidente de la Junta de Directores del BGF.
Desde mediados del año pasado, el Gobierno contemplaba llevar a cabo una emisión de Carreteras –no lo hacía desde 2006– pero los mercados se cerraron para Puerto Rico tras la crisis de credibilidad generada por la publicación de un artículo en la revista Barron’s y que explicó muy bien Myrna Rivera, presidenta de Consultiva Internacional.
La concesión de la operación de las carreteras 22 y 5 a la compañía Metropistas por un período de 40 años, permitió a Carreteras pagar parte de su deuda pero perdió $100 millones anuales en ingresos que obtenía por concepto de peajes. El 40% de los ingresos por concepto de peajes se fueron a Metropistas, explicó ayer el BGF.
“El cierre de la transacción efectuado ayer nos permite eliminar aproximadamente $986 millones en deuda pública de la Autoridad de Carreteras. Esto es un paso importante hacia el fortalecimiento fiscal de esta corporación pública. Eliminar esa deuda nos permite ahora hacer más obra, construir nuevas carreteras y mejorar las existentes, que es lo que nuestra gente quiere y merece” dijo Rubén Hernández Gregorat, secretario del Departamento de Transportación y Obras Públicas en septiembre de 2011 cuando se cerró la transacción.
Tras la transacción quedaba parte de los bonos emitidos y la deuda con el BGF, que no tenía fuente de repago. Tres años después estamos peor.
“Nos encantaría no haber propuesto esta ley”, dijo Melba Acosta Febo, presidenta del BGF, en referencia al alza de 68% en el arbitrio al petróleo, “pero la liquidez del BGF se termina”. “El banco tiene que tener liquidez por si le pasa algo el Fondo General, se queda corto o pasa algo con la reforma contributiva”, advirtió.
Acosta Febo insistió en que Carreteras debe tener sus propios ingresos, “no puede seguir pensando que el BGF le va a seguir prestando”.
Dijo además que “éste es el mejor momento para tomar esta decisión porque está bajando el precio del petróleo”, aunque reiteró que “no quisiéramos tener que hacerlo. Y el gobernador menos que nadie”.