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Un sentimiento de reivindicación se ha extendido por la sede de Google en Mountain View, California, después de divulgarse informaciones sobre las evidentes imperfecciones que presentaba la nueva aplicación de mapas de Apple: por ejemplo, la estatua de la Libertad había desaparecido de las inmediaciones del puerto de Nueva York. La decisión de Apple de quitar Google Maps de la lista de aplicaciones preinstaladas en la versión más nueva de su sistema operativo, el iOS6, sustituyéndolo por una versión propia, pero repleta de informaciones erróneas, contribuyó sin lugar a dudas a fomentar el clima de alegría en la compañía rival. Apple también eliminó del mismo software otra aplicación de éxito de Google, YouTube.

Para los que no estén al tanto de la controversia en torno a Google Maps, lo que sucedió fue lo siguiente: Apple lanzó el nuevo iOS6 con mapas propios para sus aparatos el 19 de septiembre. El sistema operativo viene preinstalado en la versión más nueva del smartphone de la empresa, el iPhone 5, y es una actualización de versiones más antiguas. Según la mayor parte de las informaciones divulgadas, el iPhone 5 es el nuevo campeón de ventas: más de cinco millones de aparatos vendidos los tres días después de su lanzamiento, el 21 de septiembre, es decir, cerca de un millón más que el iPhone 4S en el mismo periodo hace un año. Apple Maps ya viene instalado en todos esos aparatos. Pero los errores de la aplicación fueron tan evidentes que llegaron a ser cómicos: Las Vegas parece que se derritió por efecto del calor, algunas estaciones de tren están situadas bajo el agua y algunos puentes aparecen torcidos. Hay una página en Tumblr dedicada a esos fallos; y para Wire.com se trata de un verdadero “mapocalipsis”.

Los programas de mapas son de los más visitados en los aparatos móviles y juegan un papel fundamental en la carrera por hacerse con el dominio de la telefonía móvil. Según Opuse Research, los anuncios que aparecen en las aplicaciones de mapas y de localización de los aparatos móviles representan cerca de $2,500 millones de los gastos en publicidad en aparatos inalámbricos este año. El crecimiento fue del 10% respecto a 2010, informó la empresa de investigaciones.

Para los usuarios del iPhone, Google Maps fue la segunda aplicación de mayor éxito en marzo, después de la aplicación de la tienda iTunes de Apple, según datos de la empresa de medición comScore. Entre los usuarios de smartphones con sistema Android, Google Maps apareció en tercer lugar en la preferencia del público, después del Android Market y del mecanismo de búsqueda de Google. Apple tiene un buen motivo para no entregar un recurso de tanto éxito a Google, principalmente después de que Android sobrepasara a iOS y lidere hoy en día la plataforma móvil. Actualmente, Android es el principal sistema operativo móvil, con un 51% del mercado de smartphones, según una investigación hecha el 2 de octubre por comScore. Apple viene en segundo lugar con un 31.9%. La web de noticias sobre tecnología AllThingsD informó que Apple alejó de sus aparatos a Google Maps en parte porque las dos empresas no consiguieron llegar a un acuerdo respecto a un programa que proporcionara instrucciones al conductor por medio de voz cada trecho del recorrido, un recurso disponible para los usuarios de Google Maps en la plataforma Android. Fuentes al corriente de las negociaciones dijeron a AllThingsD que los gerentes de Apple estaban insatisfechos con la decisión de Google de tomar las decisiones en torno a una aplicación tan importante, mientras que Google no estaba dispuesta a la concesión del sistema de navegación por voz sin recibir a cambio un mayor control y mayor visibilidad en la aplicación, lo que Apple no estaba dispuesta a conceder.

La acritud entre Apple y Google es de sobra conocida. En la biografía del fallecido fundador y consejero delegado de Apple, Steve Jobs, de Walter Isaacson, Jobs acusa a Google de robar la idea detrás del sistema operativo de Apple para crear el Android. “Usaré mi último suspiro de vida, si fuera necesario, y gastaré hasta el último centavo de los $40,000 millones que Apple tiene en el banco para corregir ese mal. Destruiré Android porque es un producto robado. Si fuera preciso, haré una guerra termonuclear”, dijo Jobs en 2010. En aquella época, Apple había demandado a HTC, fabricante de smartphones y usuario de Android, alegando que la empresa había infringido su patente de función multitáctil. La demanda judicial fue una de las varias que la empresa de Cupertino, en California, interpuso contra empresas que utilizan Android, y lo que se comenta es que es Google, de hecho, el blanco de todas esas demandas. En agosto, Apple interpuso una demanda por violación de patente contra Samsung, cuyos smartphones equipados con Android están superando la venta de iPhones en todo el mundo. La compañía surcoreana fue condenada a pagar una multa de mil millones de dólares a Apple.

Para Apple, “la creación de un servicio propio de mapas es una buena estrategia”, dice Shawndra Hill, profesora de Gestión de las operaciones y de la Información de Wharton. “Se trata de un componente fundamental del smartphone de cualquier usuario”. Aunque Apple Maps parezca estar por detrás actualmente, se convertirá en un ítem importante con el paso del tiempo, a medida que se corrijan sus deficiencias, observa Peter Fader, profesor de Marketing de Wharton y director adjunto del Proyecto de Analítica del Cliente de Wharton [Wharton Customer Analytics Initiative]. “Eso no es un problema. Google Maps no es perfecto. Si las personas examinaran Google Maps con el mismo rigor que examinan Apple Maps, verían que hay muchas cosas que son erróneas”, destaca Fader. “La mayor parte de los usuarios del iPhone no están preocupados. Ellos saben que la aplicación es nueva y va a mejorar. Quien quiera usar Google Maps, podrá usarlo. Apple no ha bloqueado el acceso al sistema. Tan solo ya no viene preinstalado. En el futuro, las personas ya no recordarán lo sucedido. Eso no es nada comparado con el problema que Apple tuvo con la antena de sus aparatos. El usuario ya ni se acuerda de eso”.

Fader se refiere al incidente de 2010 en que el mal proyecto del diseño de la antena del iPhone 4 perjudicaba la recepción del aparato. [Apple disminuyó al máximo el espesor del aparato y colocó la antena en la parte de fuera, en el metal. Con eso, los bordillos de metal del aparato se convirtieron de hecho en antena], sin embargo el usuario, al coger el aparato, interfería con la señal. La empresa creó entonces capas de plástico para el iPhone 4 para corregir el defecto, y puso a disposición del usuario un software de corrección. En general, quien compra de forma inmediata un nuevo aparato de tecnología sofisticada suele ser más tolerante con los defectos, porque “da por sentado que el nuevo modelo de la marca tenga algunos problemas”, dice Fader, destacando que no se puede decir lo mismo de los bienes de consumo como películas o libros, que deben estar en buenas condiciones cuando son lanzados, de lo contrario las ventas descienden.

Cuando Jobs se disculpó por la antena defectuosa, se le criticó por haber dicho que los smartphones de la competencia tenían problemas semejantes. En la declaración que dio sobre los problemas con la aplicación de mapas, Tim Cook, actual consejero delegado de Apple, aconsejó a los usuarios del iPhone que recurrieran a otros programas de mapas, y sugirió la descarga de MapQuest, del Bing de Microsoft y, por qué no, de Google Maps, mientras la empresa trabajaba en el perfeccionamiento de su programa de mapas.

Ganadores y perdedores

En la polémica en torno a Maps, tanto Apple como Google salen victoriosos, y derrotados, dicen los especialistas de Wharton. A corto plazo, Google —cuyos desarrolladores esperan concluir una aplicación de mapas para aparatos con iOS a finales de año— está perdiendo acceso directo a millones de usuarios del iPhone. Mientras, el iPhone 5 continúa vendiéndose muy bien, a pesar de las críticas de los medios a Apple Maps.

Google Maps no se podrá visitar fácilmente en aparatos equipados con iOS, entre ellos el iPhone, iPad e iPod Touch. Siempre que el usuario quiera buscar una dirección en una aplicación de mapas —en Yelp, por ejemplo—, se conectará a Apple Maps. Para visitar Google Maps, será preciso hacerlo de forma separada a través de un motor de búsqueda y teclear de nuevo la dirección deseada. Si el usuario no estuviera dispuesto a seguir ese protocolo extra, Google perderá los beneficios asociados al rastreo del entorno del usuario. De momento, cerca de 100 millones de personas se han descargado el iOS6, según datos de Apple.

La buena nueva para Google, sin embargo, es que las últimas decisiones de Apple pueden comprometer de forma permanente el carácter de la empresa. “Lo que hay de positivo aquí para Google es que Apple parece dispuesta a reventar lo que sea preciso [para conseguir lo que quiere]”, dice Fader. “Desde el punto de vista de las relaciones públicas, Apple parece mala y avariciosa” por haber expulsado a Google Maps, una aplicación muy apreciada por los usuarios. “Sinceramente, creo que Apple se equivocó. Fue una tontería por parte de la empresa alejarse de Google por motivos más o menos políticos. “No creo que hubiera una buena razón empresarial para hacer eso. Hubo mucho exhibicionismo por parte de Apple, intentando mandar a Google y el consumidor señales de que la empresa se bastaba por sí misma”.

Si Apple sacó a Google de sus aparatos, bien por motivos personales o comerciales, o ambos, el caso es que la empresa se arriesgó al introducir en su lugar un producto deficiente. La suerte para Apple es que los mapas, aunque son importantes, constituyen sólo uno de los muchos recursos del iOS6. Según Eric Clemons, profesor de Gestión de las Operaciones y de la Información de Wharton, a una empresa puede salirle bien lanzar un producto inferior si está acompañado de otros de buen nivel y si al usuario le cuesta cambiarse a un producto equivalente de la competencia. Cuando Microsoft lanzó su plantilla Excel, por ejemplo, estaba considerada muy inferior a Lotus 123. Pero el programa ganó fuerza por estar asociado a otros, dice Clemons. De igual manera, la mayor parte de los usuarios del iPhone probablemente tolerará Apple Maps porque aprecia otras diversas aplicaciones contenidas en el aparato. “Nadie va a echar mano de un iPhone y cambiarlo por un Android sólo por eso”, dice Clemons.

El valor de los mapas

Apple tal vez haya sufrido un tropezón, pero es una falacia creer que Google Maps no pueda ser sustituido, dice Clemons. “¿Se acuerdan cuando nadie creía que alguien pudiera superar a MapQuest? Google Maps también puede ser superado”. Está claro que Google lleva la delantera: los coches del programa StreetView dotados de cámaras ya han recorrido más de 8 millones de kilómetros registrando calles y puntos de referencia que se incorporarán a Google Maps, según un artículo del 6 de septiembre de The Atlantic. En una declaración sobre la retirada de la aplicación del iOS, Google se refirió a Google Maps como “los mapas más amplios, precisos y fáciles de usar del mundo. Nuestro objetivo es hacer que Google Maps esté disponible para quién quiera utilizarlo, no importa en qué aparato, navegador o sistema operativo”.

¿Por qué motivo entonces Apple quitó Google Maps? David Pogue, columnista de tecnología de The New York Times, dijo en un artículo del 26 de septiembre: “Cada vez que alguien usa Google Maps, envía datos de su aparato a Google. Esa información —cómo usa los mapas, hacia dónde va, qué carreteras existen— es muy importante. Ella puede ser usada para mejorar tanto los mapas como la capacidad de Google de hacer ofertas y mostrar publicidad según el lugar donde una persona se encuentra”. Pogue dijo que Google no suministraba a Apple algunos de los recursos más importantes de los mapas que proporcionaba a los aparatos equipados con Android como, por ejemplo, navegación por voz. Por ese motivo a la hora de renovar el contrato con Google, Apple simplemente dijo “no”, observó Pogue.

Mientras, el consumidor dejó muy clara su insatisfacción a través de Internet. “El descontento es enorme por una serie de razones. Google es popular. Sospecho que la empresa tenga también un ejército de fans semioficiales que hacen mucho barullo siempre que Google se pone en desventaja por algún motivo”, dice Clemons. Por su parte, la empresa dijo que con el aumento del número de personas que usa los mapas, la precisión también será mayor, ya que las búsquedas de lugares son monitorizadas. “Existen algunas cosas que la empresa podría hacer para mejorar los mapas como, por ejemplo, la introducción de pequeños cambios de interfaz para que los mapas consuman menos anchura de banda en el inicio, además de facilitar la vida del usuario que desea navegar a partir del lugar en que se encuentra en dirección a otro”, dice. “Apple Maps no necesita ser mucho mejor que Google Maps. Necesita sólo ser tan bueno como el competidor y debidamente integrado”. Apple está haciendo dos cosas al quitar Google Maps, dice Clemons: “Está protegiendo la privacidad de sus usuarios, que podrían ser una fuente de ventaja competitiva, y podría estar negando a Google informaciones detalladas sobre las actividades, localización e intereses de sus usuarios, lo que podría ser otra fuente de ventaja competitiva”. Los mapas, aunque sean un recurso muy usado en los smartphones, no son “una aplicación imprescindible. Son más que nada un caballo de Troya para parásitos de datos como Google”, dice Clemons.

Si Apple se comprometiera a no rastrear los pasos de sus usuarios, ella podría atraer mucha gente que usa Google Maps, aunque los mapas de la empresa no sean perfectos, evalúa Clemons. “Apple podría decir, por ejemplo, ‘Nuestros mapas respetan su privacidad'”. La mayor parte de los ingresos de Google viene de la publicidad, por lo tanto es fundamental para la empresa monitorizar los pasos del usuario, pero ella ya ha sido muy criticada por la violación de privacidad. “Google envía anuncios según las búsquedas hechas por el usuario, además de todo lo que el usuario hace online”. Los ingresos de Apple proceden principalmente de las ventas de ordenadores Mac y del iPhone, iPad , iPod y iPod Touch. Por lo tanto, la empresa está en posición financiera de renunciar a los ingresos procedentes de la publicidad y, posiblemente, conquistar la buena voluntad del consumidor durante el proceso, observa Clemons.

Mientras la atención de todos estaba puesta en la cuestión de los mapas, tal vez los recursos más mejorados de privacidad del iOS6 hayan pasado desapercibidos, informa un artículo del 1 de octubre del Centro de Democracia y Tecnología. “Con ocasión del lanzamiento del iOS6 la semana pasada, la ‘gran novedad’ fue la decisión de Apple de retirar del sistema el Google Maps. Con el bullicio que se ocasionó, los recursos de privacidad del iOS6 recibieron poca atención, a pesar de que hayan experimentado una gran reformulación”, informó la institución. “Muchos cambios defendidos por el centro —como dar al usuario un control mayor sobre el seguimiento y la posibilidad de ampliar la visibilidad de las opciones de las configuraciones de privacidad— se han adoptado en la nueva versión”.

En última instancia, sin embargo, la totalidad del ecosistema es lo que lleva a las personas a escoger un smartphone específico, dicen los especialistas, ya sea el iOS, Android, Windows Phone u otro cualquiera. Quién tiene diversos aparatos de Apple tiene dificultad, por ejemplo, de cambiar al Android, porque varios de sus aparatos usan iTunes y operan en iOS. “¿Cuál sería el factor fundamental para que alguien alcanzara la supremacía móvil? Se trata de algo que tiene menos que ver con aplicaciones específicas dentro de un ecosistema y más con el tamaño de la base instalada que lo utiliza”, dice Fader. “El sistema Google/Android tiene una ventaja obvia en este caso, porque opera con un número muy grande de fabricantes. Apple no debería equiparar su área de cobertura tan pronto. Ahí está la clave. El tamaño de la cobertura es lo que impulsa las aplicaciones, y no el contrario”. Al final, dice Fader, “en ese campo se ganará o perderá la batalla”.