Por Luisa García Pelatti

El empleo asalariado no agrícola disminuyó 0.2% entre abril y mayo. Es la primera caída intermensual en cinco meses y la segunda en más de un año. Esta caída frena el ritmo de recuperación iniciado hace 13 meses. En abril del año pasado, con el confinamiento y el cierre total de la actividad económica, se perdieron 120,500 empleos. Se ha recuperado un 69% de esos empleos.

En mayo había 849,900 personas empleadas (datos ajustados estacionalmente), 1,700 menos que en el mes de abril y 77,500 más que en mayo del año pasado. El empleo en el sector privado disminuyó de 656,000 en abril a 654,500 en mayo.

Por sectores, las mayores pérdidas de empleo entre abril y mayo fueron en el Construcción, con 900 empleos menos; Servicios Profesionales y Comerciales (-500); Recreación y Alojamiento (-400); Manufactura (-200); y Gobierno (-200). El empleo aumentó en Comercio, Transporte y Utilidades (300); e Información (200).

La tasa de desempleo (ajustada estacionalmente) se situó en 8.2%, por debajo del 8.4% del mes de abril y del 8.5% de mayo del año pasado.

Menos desalentados

El número de desalentados –personas desempleadas que cansadas de buscar ya no buscan empleo y ni siquiera se registran como solicitantes de beneficios de desempleo– se redujo en mayo a 26,000. Hace un año eran 56,000 personas y llegó a alcanzar los 64,00 desalentados en marzo.

El efecto del COVID-19 también se observa en las personas fuera del grupo trabajador que quieren trabajar. Este grupo incluye a las personas que quieren un empleo, pero no buscaron trabajo activamente en las ultimas cuatro semanas o no estaban disponibles para aceptar un trabajo, por distintas razones. El estimado de personas fuera del grupo trabajador que querían trabajar disminuyó de 56,000 (no ajustado estacionalmente) en abril a 45,000 en mayo.

El COVID-19 provocó un aumento en el número de personas que tenían un empleo, pero no están trabajando. En mayo del año pasado había 217,000 personas en esta situación. Esa cantidad cayó de forma significativa a partir de agosto y en mayo de este año eran 21,000, el nivel más bajo desde que comenzó la pandemia.

Tras un año de pandemia, se nota también una reducción en el número de desempleados de larga duración. De las 88,000 personas desempleadas en mayo, 27,000 han estado 15 semanas o más sin trabajo, 3,000 más que el año pasado y 11,000 menos que en el mes de abril.

El año 2020 cerró con una caída de 6.4% en el empleo, la mayor en los últimos 30 años. En empleo asalariado cayó hasta 824,500, una cifra sin precedentes en los datos del Departamento del Trabajo y Recursos Humanos, cuya serie histórica comienza en 1990.