Por Luisa García Pelatti
Los costos de la crisis económica, es decir el daño que le provoca a las personas y a las instituciones, son en parte ocasionadas por la crisis misma y, por otro lado, es una consecuencia inevitable del programa de ajuste macroeconómico. Los ricos son más ricos y los pobres son más pobres y la clase media se reduce. El Producto Bruto acumula una caída de 20%, una cifra que podría elevarse a 25% 0 30%, porque la economía seguirá contrayéndose. Se estima que la pérdida de riqueza es de $60,000 millones, el equivalente casi a un año de producción. Además, una oleada migratoria ha situado a Puerto Rico entre los 10 países en pérdida de población. En ese contexto hablar de una crisis humanitaria no es exagerar.
Juan Lara y Emilio Pantojas, dos profesores de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedra, analizaron los costos de la crisis en la sociedad en una conferencia titulada: Crisis ¿qué crisis? La deuda y la vida cotidiana.
Lara advierte que renegociar la deuda requerirá sacrificios por parte de todos los sectores de la sociedad, pero advierte que con una junta federal de control fiscal los ajustes serán aún más duros.
“Una crisis de la magnitud de la nuestra no hay ninguna manera de que algún sector de la sociedad quede exento”, comentó Lara. La población de altos ingresos ha perdido gran parte del dinero que tenía en acciones de bancos y la mayor parte de los ahorros que tenían invertidos en bonos del Gobierno. Por su parte, la clase media ha sufrido más con el drástica reducción del valor de las viviendas, mientas la población de bajos ingresos es la población más afectada.
“Se ha perdido riqueza por el colapso de los bonos, la caída de la acciones y el desplome de los precios de los hogares. Todos hemos perdido un 30% de la riqueza”, comentó Pantojas.
Llevamos dos años con niveles récord de ejecución de hipotecas y varios más en que no se construyen viviendas nuevas. Algo insólito.