Por redacción de Sin Comillas
Durante una vista del Comité de Recursos Naturales de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Wayne Stensby, presidente de Luma, se mostró complacido con el desempeño de la empresa y consideran que el servicio que ofrecen merece una calificación de “B”.
Sin embargo, la coalición Queremos Sol opina que el contrato es «tan deficiente y desventajoso» que le permite a la compañía dar un mal servicio sin enfrentar consecuencias por ello.
Fernando Gil, presidente de la Junta de Gobierno de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), rechazó que se vaya a cancelar el contrato. Para Fermín Fontanés, director ejecutivo de la Autoridad para Alianzas Público-Privadas, la entidad encargada de la fiscalización de LUMA, el servicio de la empresa cumple con el contrato.
“La complacencia de Stensby con un servicio que ha significado pérdidas económicas para familias y comercios está amparada en un contrato que se hizo a la medida de los privatizadores y en perjuicio del pueblo de Puerto Rico”, expresó Ingrid Vila Biaggi, presidenta de CAMBIO PR y portavoz de la coalición Queremos Sol.
Por su parte, Myrna Conty, coordinadora de la Coalición Anti-incineración y miembro de Queremos Sol añadió que “la gente en la isla coincide con que el servicio de Luma estos pasados meses merece una ‘F”.
Al finalizar la vista, el congresista Raúl Grijalva, presidente del Comité, señaló la necesidad de una investigación más amplia sobre el contrato de Luma. “Esperamos que el comité profundice en atender los asuntos preocupantes de esta privatización”, dijo Vila Biaggi.
La vista evidenció de nuevo la falta de transparencia y la falta de conocimiento de la isla por parte de Luma. Stensby admitió que no sabe el número de empleados de servicio al cliente que tenía Luma el 1 de junio e indicó desconocer el ingreso promedio en Puerto Rico. Stensby se negó a proveer información sobre los sueldos de los empleados y ejecutivos.
“Es inaceptable que el presidente de una empresa que provee un servicio básico y esencial que afecta el bolsillo de todos los puertorriqueños y que recibe millones de fondos públicos, ni siquiera sepa información básica sobre la situación económica de la Isla”, planteó Conty.
A pesar de los recientes aumentos en el costo de gas natural, y el hecho de que Puerto Rico todavía genera 97% de su energía de combustibles fósiles, los representantes de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y la comisionada residente Jennifer González insistieron en utilizar fondos federales para el desarrollo de más proyectos de gas natural licuado en Puerto Rico, lo que prolongaría el uso de combustibles fósiles, caros y contaminantes.
“El desarrollo de más proyectos de gas natural va a impedir la transformación a la energía renovable y sería una pérdida de recursos federales valiosos que podrían ser utilizados para impulsar la transformación a un sistema renovable y distribuido que necesitamos”, dijo Ruth Santiago, abogada ambiental y también portavoz de la coalición Queremos Sol.
En su ponencia, Santiago enfatizó la importancia de utilizar los fondos de FEMA para invertir en energía solar en techos con almacenamiento para reconstruir una red eléctrica realmente resiliente y asequible. Su ponencia urgió al gobierno federal a “repartir la cantidad histórica y única de fondos de FEMA para el sistema eléctrico de Puerto Rico para energía solar en techos con almacenamiento y programas de eficiencia energética para brindar un servicio eléctrico que salvará vidas”.
Grijalva indicó que el Comité indagará con la Administración Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) sobre la posibilidad de utilizar fondos federales asignados por esa agencia para facilitar la instalación de energía solar en techos de hogares y comercios.
En su ponencia, Agustín Irizarry, profesor de ingeniería eléctrica en la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez y asesor técnico de la coalición Queremos Sol, señaló que el deterioro del servicio eléctrico se debe a la falta de empleados cualificados y experimentados de la empresa. “El capital humano no se puede reemplazar en unos meses y, con respecto a puestos especializados como operadores de despacho y celadores de línea, requiere años de capacitación para que una persona sea realmente proficiente”.