Por redacción de Sin Comillas
El Banco Mundial ha revisado a la baja las proyecciones de crecimiento de la economía global, debido a la incertidumbre, la guerra y los precios. En enero, anticipaba una crecimiento de 4.1% para este año. Ahora calcula que la economía mundial crecerá sólo 2.9%. Para 2023, el crecimiento estaría en 3%.
“La subida en los precios de la energía y los alimentos, junto a las disrupciones en los suministros y el comercio, motivadas por la guerra de Ucrania y la necesaria normalización de las tasas de interés, ahora en curso, son las responsables de la mayor parte de la caída”, señala David Malpass, presidente del Banco Mundial.
En su informe, el Banco Mundial llama la atención sobre el cada vez más posible escenario de la estanflación, un crecimiento bajo o nulo junto a una inflación alta.
“El peligro de la estanflación es considerable hoy. Entre 2021 y 2024, el crecimiento global se habrá frenado un 2.7%, el doble de la deceleración entre 1976 y 1979 —época paradigmática en cuanto a los efectos de la estanflación—”, según indica Malpass. En su opinión, “para muchos países, la recesión será difícil de evitar”.
Por países, el Banco Mundial señala que las mayores economías tendrán un crecimiento desigual: Estados Unidos subirá 2.5%, al igual que la Eurozona; por su parte, China crecerá 4.3%, pese a la paralización de la actividad económica por su política de COVID cero, mientras que Japón crecerá 1.7%.
Por su parte, la economía rusa se contraerá 8.9%. En cuanto a Latinoamérica y el Caribe, las previsiones permanecen casi inalteradas con respecto a enero, pero el Banco Mundial advierte de una fuerte moderación en 2023, a consecuencia de la bajada de exportaciones y las inversiones por la caída del crecimiento en el resto del mundo.