Opinión
Por Enrique Vázquez Quintana*
En Puerto Rico los medicamentos constituyen entre el 11% y el 14% del presupuesto de salud. El precio de los medicamentos de marca o especializados lo fija el manufacturero. El precio de los medicamentos genéricos lo fijan las droguerías. Casi todos los medicamentos genéricos se producen en China o India. Hay pocas farmacéuticas produciendo medicamentos genéricos lo que ha causado un aumento desmedido en el precio.
Los primeros PBM (Pharmacy Benefit Manager) fueron creados en los años setenta por las compañías de manejo dirigido. En Estados Unidos los PBM’s son considerados como un administrador único (Third Party Administrator). Estos administran el programa de medicamentos de planes comerciales, planes de patronos para sus empleados, Medicare parte D, planes de empleados federales y programas de servicios médicos de los estados. Los PBM cobran un cargo administrativo por sus servicios y tratan de mejorar los resultados de la salud. Son básicamente responsables de desarrollar y mantener un formulario, contratar con las farmacias, negociar descuentos con las compañías farmacéuticas y procesar y pagar los medicamentos.
En 2015, en Estados Unidos, los mayores PBM’s eran Express Scripts, CVS Health y United Health Group. Los PBM’s operan en un mercado muy competitivo. Al presente, la mayoría de la prescripción de medicamentos se realiza a través de 60 PBM’s. Algunos PBM’ son subsidiarias de compañías aseguradoras.
En Puerto Rico, el PBM MC21 se fundó en el 1999. Por otro lado, PBM Abarca fue fundada en el 2005. Sirve a más de dos millones de asegurados y maneja sobre $1,200 millones al año en gastos de farmacia. Desde que se estableció la Reforma de Salud en Puerto Rico las farmacias de la comunidad son las que han manejado los medicamentos para ese plan y se han mantenido leales en su responsabilidad con la salud de los pobres del país. Sobre 21 estados y el Distrito de Columbia han legislado para regular y exigirle transparencia a los PBM’s.
En el 2019, se legisló en Puerto Rico a esos efectos, pero la Junta de Supervisión Fiscal objetó la ley y la Juez Laura Taylor Swain la anuló. La Ley PROMESA va por encima de la legislatura y hasta del ejecutivo. Algunos PBM’s han sido señalados por retener descuentos (rebates) de las compañías farmacéuticas en lugar de pasárselos al plan médico y al paciente. Algunos PBM’ le pasan una cantidad al plan médico y retienen otra porción como ganancia.
Las casas farmacéuticas justifican el alto costo de los medicamentos por los gastos incurridos en la investigación y producción de medicamentos nuevos. Lo cierto es que el gobierno federal aporta grandes cantidades de dinero a las compañías farmacéuticas para la investigación y producción de nuevos medicamentos.
Un ejemplo, el presidente Obama y el Congreso de Estados Unidos asignaron millones de dólares para investigar la causa de la enfermedad de Alzheimer y obtener un medicamento efectivo en contra de esa enfermedad. Se fijaron la fecha del año 2025 para esa meta y todavía no se ha logrado nada. Las compañías manufactureras pretenden obtener la inversión en sus proyectos de investigación en el primer año de mercadear el medicamento.
En España hay una entidad gubernamental que le indica a las compañías manufactureras cuál será el precio de venta de un medicamento en particular. Si ese precio no es aceptado por la compañía su producto no se vende en España. Si se acepta, el precio es igual en todas las farmacias de ese país.
En Puerto Rico el precio de un medicamento fluctúa en las diferentes farmacias. Las grandes cadenas de farmacia norteamericanas pueden ofrecer precios más bajos que las farmacias de la comunidad, aunque no siempre es así. Recientemente, se aprobó que las farmacias norteamericanas participen en la Reforma de Salud, el plan Vital.
En Canadá y la República Dominicana los medicamentos son más baratos que en Puerto Rico y Estados Unidos.
En Puerto Rico manda la Junta de Supervisión Fiscal que es una extensión del congreso norteamericano. El Congreso ha traicionado a los norteamericanos y a los puertorriqueños en dos ocasiones: cuando aprobaron la ley de Manejo Dirigido en el 1973 bajo la presidencia de Richard Nixon y cuando aprobaron la ley de Medicare Advantage en el 2003. Puerto Rico no tiene poderes. Sigamos disfrutando la colonia.
- El autor es doctor en medicina y fue presidente del Colegio Médicos de Puerto Rico