Por Luisa García Pelatti
Puerto Rico necesita un mejor acuerdo para reestructurar la deuda de la Corporación del Fondo de Interés Apremiante (COFINA), de lo contrario el gobierno podría volver a declararse en quiebra, opina Antonio Weis, que junto a Brad W. Setser y Desmond Lachman, publicó una columna en Bloomberg. La clave para lograr una reestructuración exitosa de la deuda es que las proyecciones de crecimiento económico y de capacidad de pago sean realista. “Proyecciones excesivamente optimistas de estas perspectivas es una receta segura para el fracaso”, asegura Weis.
Weis, que fue asesor del Departamento del Tesoro de Estados Unidos durante la administración de Barack Obama, ha defendido en varias ocasiones que Puerto Rico necesita una reducción masiva y urgente de la deuda para lograr un crecimiento sostenible.
El reciente acuerdo sobre la deuda de COFINA, anunciado el 21 de septiembre, podría verse abocado al fracaso porque no recorta suficientemente la deuda, advierte Weis. Por consiguiente, el Gobierno tendrá que hacer frente a pagos del servicio de la deuda elevados durante los próximos 20 años, a pesar de que la economía ha estado en recesión durante más una década.
El Acuerdo supone una reducción del 32% de la deuda de COFINA, que afecta a $17,000 millones. El acuerdo reduce inicialmente el pago del servicio de la deuda, pero después esos pagos se duplican y se mantienen altos, debido a la inclusión de un “bono de revalorización de capital insidioso que aumenta rápidamente en valor”.
El acuerdo, además, sienta un precedente peligroso. “Si el gobierno de Puerto Rico y la Junta de Control Fiscal creada por el Congreso de Estados Unidos acuerdan términos similares con los acreedores que tienen bonos de Obligación General, sería solo una cuestión de tiempo antes de que el Gobierno se vea obligado a incumplir de nuevo sus pagos o a reducir los pagos de las pensiones de los que dependen más de 325,000 personas”.
La Junta de Control Fiscal dijo, desde el principio, que buscaba una reestructuración de la deuda “one and done”. “Solo se puede esperar que no se haya cambiado a una estrategia de ‘over and out’, con la cual se alcanzan acuerdos de consenso excesivamente generosos con los acreedores”, comenta.
La llegada de fondos federales para la reconstrucción impulsarán temporalmente el crecimiento de a economía, pero Weis alerta que sería “irresponsable esperar que estos beneficios duren”.