Por redacción de Sin Comillas

Estados Unidos exigirá a turistas y ciudadanos un resultado negativo de una prueba de COVID-19 (PCR o antígenos) 24 horas antes de abordar un vuelo con destino a ese país, independientemente de su estado de vacunación o país de salida.

Las nuevas restricciones se han dado a conocer al tiempo que se han reportado nuevos casos de la variante ómicron en Nueva York, Minnesota, Hawaii, California y Colorado.

Hasta ahora, Estados Unidos exigía a los que pasajeros una prueba PCR o de antígenos 72 antes de la fecha del vuelo de regreso. A los viajeros no vacunados, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades les recomienda hacer una cuarentena de siete días a su llegada, incluso si dan negativo a la prueba.

Por otro lado, el gobierno de Biden dijo que a partir del mes que viene ofrecerá acceso gratuito a pruebas de COVID caseras a los que carezcan de seguro de salud. En cambio, las personas con seguros privados deberán pagar por las pruebas y pedir reembolso a los planes de salud.

El gobierno de Estados Unidos insistirá en la vacunación como medida principal para hacer frente el virus. Unos 100 millones de personas elegibles para recibir la tercera dosis de la vacuna todavía no se han vacunado.

Alemania limita las actividades de los no vacunados

Los alemanes que no se han vacunado, unos 14 millones, no van a poder entrar en ningún lugar público salvo para comprar comida y medicinas. El gobierno les ha prohibido reunirse con más de dos personas a la vez de fuera de su núcleo familiar. El gobierno quiere que en febrero la vacunación sea obligatoria.

El nivel de contagios en Alemania es muy alto. El jueves ha notificado 73,209 positivos en un día, tercer dato más elevado de la pandemia. El número de pacientes en unidades de cuidados intensivos podrían superar en Navidad la cifra del invierno pasado.

Irlanda y Portugal ya han anunciado que pedirán pruebas PCR a los viajeros vacunados.

En Reino Unido, desde el martes pasado es obligatorio el uso de mascarillas en comercios y transporte público. Los viajeros que lleguen al Reino Unido deberán someterse en las primeras 48 horas a una prueba de PCR y permanecer aislados hasta conocer el resultado negativo. Además, cualquiera que haya estado en contacto con un contagiado con la variante ómicron deberá hacer una cuarentena de 10 días.