Por redacción de Sin Comillas

En Estados Unidos, la inflación se situó en 9.1% cuando se compara con el año pasado y estableció un nuevo récord, la cifra más alta desde 1981, según los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos (BLS, por sus siglas en inglés). El resultado ha sorprendido al Gobierno y los analistas, que esperaban un datos en torno al 8.8%. En mayo el IPC había subido 8.6%.

Los mayores aumentos respecto al año pasado se produjeron en energía (41.6%, el mayor aumento desde abril de 1980), alquiler de vivienda (5.6%) y alimentos (10.4%). Entre mayo y junio, el aumento del IPC fue de 1.3%.

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) no muestra todavía los efectos de la política monetaria restrictiva de la Reserva Federal, lo que refuerza la posibilidad de otra fuerte subida de las tasas de interés en su reunión a finales de este mes, probablemente de tres cuartos de punto porcentual.

Los expertos señala que el IPC podría moderarse en julio debido a la reciente caída del precio de la gasolina.

La inflación subyacente, cuando se eliminan los precios de los alimentos y la energía que son más volátiles, aumentó 5.9% respecto al año pasado, un alza similar al 6.0% del mes pasado.