Por redacción de Sin Comillas

En Estados Unidos la inflación aumentó en agosto más de lo esperado. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) subió 3.7% respecto al año pasado, en comparación con un 3.2% en julio. Los analistas habían anticipado un repunte, el primero desde junio del año pasado, aunque una décima inferior.

La inflación subyacente (que excluye los precios de la energía y los alimentos) se desacelera de 4.7% en julio hasta 4.3%.

En términos mensuales, el IPC subió 0.6%. El aumento en el precio de los combustibles es responsable de más de la mitad de esta subida intermensual.

La Reserva Federal se reunirá la semana que viene y los analistas esperan que decidan mantener sin cambios las tasas de interés y que se produzca una subida antes de que termine el año. La Reserva Federal ha subido las tasas en 11 ocasiones desde marzo de 2022, situándolas entre el 5.25% y el 5.50%.