Por redacción de Sin Comillas
El grupo brasileño JBS, el mayor procesador y vendedor de productos cárnicos del mundo, ha sufrido un “ransomware” que le ha obligado a parar total o parcialmente la producción de varias fábricas en Estados Unidos, Canadá y Australia. Los piratas informáticos, que podrían estar relacionada con una organización criminal rusa, piden dinero a la empresa.
El ciberataque se produce semanas después del sufrido por Colonial Pipeline, dueño de uno de los mayores oleoductos de Estados Unidos, que interrumpió el suministro de gasolina en varios estados durante varios días.
El ransomware es un esquema que se aprovecha de las fallas de seguridad de un sistema informático para bloquearlo y exigir luego un rescate para reanudarlo.