Por Luisa García Pelatti
Dos titulares:
En el mes de septiembre, el número de personas empleadas se redujo 1.2%, lo que significa que se han perdido 11,400 empleos cuando se compara con septiembre del año pasado, según datos del Departamento del Trabajo y Recursos Humanos.
En el mes de septiembre, el número de personas empleadas aumentó 1.3%, lo que significa que hay 14,000 empleoa más, cuando se compara con el mismo mes del año pasado, según datos del Departamento del Trabajo y Recursos Humanos.
Escoja el que más le guste. Los dos son ciertos y los datos los publica la misma agencia, el Departamento del Trabajo y Recursos Humanos. La agencia realiza dos encuesta para medir empleo. Los primeros datos corresponden a la Encuesta de Establecimientos, los segundos a la Encuesta de Vivienda.
En términos sencillos, la Encuesta de Establecimientos le pregunta a las empresas cuántos empleados tiene. La Encuesta de Vivienda le pregunta a las personas. La primera no cuenta a los empleados por cuenta propia y a los agricultores.
Siempre ha habido una brecha entre ambas encuestas, pero se espera que apunten en la misma dirección. La tendencia empezó a cambiar en junio de 2011. ¿Qué hacer cuando las encuestas se contradicen?
“Yo le doy más credibilidad a la de establecimientos, ya que la de hogares sale de una encuesta que ha sido siempre más volátil, por lo menos aquí en Puerto Rico”, explica el economista Juan Lara.
“La de establecimientos es más confiable para ver distribución del empleo por industria y, a mi parecer, es mejor como indicador de desempeño económico a través del tiempo, pues mucho del autoempleo surge porque las personas no encuentran empleo asalariado. Por otro lado, es obvio que al dejar fuera a todos los empleados por cuenta propia y la agricultura, subestima el nivel de empleo”, señala José J. Villamil, presidente de la Junta de Directores de Estudios Técnicos, Inc
Al profesor de economía Gerardo González se le hace difícil usar una u otra, dice que las dos plantean dudas sobre la confiabilidad de la información. Pero puestos a elegir, se decantaría por usar la de Vivienda, porque muestra un alza que considera es “coherente” con el comportamiento del Producto Nacional Bruto (PNB), que “ha mostrado señales de recuperación”. Opina que la Encuesta de Vivienda “estaría más cerca de la realidad”.
Los datos de empleo los dio a conocer el viernes el Gobierno mediante un comunicado de prensa. El Gobierno eligió resaltar los datos de la Encuesta de Vivienda, y en eso es consistente, siempre ha utilizado la misma encuesta.
Entre los datos publicados el viernes está la tasa de desempleo– una estadística que los economistas miran cada vez menos–, que ha seguido cayendo, y en septiembre estuvo en 13.6%, el nivel más bajo en los últimos cuatro años.
El número de personas desempleadas se redujo en 25,000, hasta 173,000. Sin embargo, la tasa de participación se mantiene en 39.2%, su nivel más bajo registrado. Crecen los desalentados, que ya no forman parte del grupo trabajador.
Por sector (la Encuesta de Establecimientos es la única que ofrece esta información , la pérdida de empleos se produce en construcción (-1,000); manufactura (-4,100); servicios profesionales (-3,600); pero especialmente se pierden empleos en el comercio, donde en los últimos 12 meses trabajan 8,500 personas menos.
El empleo aumenta en los sectores de finanzas (700); gobierno (900); y educación y salud (2,600). En total, en el sector privado se perdieron 12,200 empleos entre septiembre de 2011 y septiembre de este año.
Se transforma el mercado laboral
El empleo alcanzó su nivel pico en septiembre de 2005, con 1,272,000. A partir de ese año el empleo bajó hasta septiembre de 2011 y luego ha ido mejorando.
“Si miramos el empleo mensual en el 2011 y los meses de enero a septiembre de 2012, las cifras indican que hay una leve mejoría y, como mínimo, una estabilización en el empleo total. Lo que es preocupante es la bajísima tasa de participación, que en 39.2%, está en su nivel más bajo. En septiembre de 2005 era 48.7%”, explica Villamil.
Según Villamil, “lo que nos dicen estas cifras es que el mercado laboral se está transformando debido a la contracción en la economía, a los factores demográficos y, particularmente, a la emigración. Está también el problema que yo llamo ‘desfase institucional’, que se refiere a que los programas de bienestar en EE.UU. se diseñaron para atender las necesidades de una minoría, pero que aquí su clientela es casi la mitad de la población. Esta condición genera un disuasivo para participar en el mercado laboral”.
“Pero no podemos dejar de mencionar que hay también una transformación en la estructura económica hacia actividades económicas más intensivas en tecnología y capital y menos en mano de obra. Si esa transformación ocurriera en una economía que crece a un ritmo acelerado, no representaría un problema. Cuando ocurre con crecimientos muy lentos, sí presenta un problema. Esto último lo compartimos con EE.UU. Explica en parte por qué será tan difícil resolver el problema de desocupación en pocos años”.