Por Luisa García Pelatti

El Índice de Indicadores Coincidentes en la Manufactura (IICM) se redujo de 113.8 en abril a 113.3 en mayo, un 0.4%, la primera caída mensual en ocho meses, según datos de la Oficina de Estrategia e Inteligencia de Negocios del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio (DDEC). Esta reducción es la segunda en los últimos 12 meses y la más pronunciada desde febrero de 2021.

Cuando se compara el mes de mayo del año pasado, el Índice creció 2.6% y ya suma 26 meses de subidas interanuales. Se observa una desaceleración en la ritmo de crecimiento interanual.

En septiembre del año pasado, el Índice registró bajas asociadas a los efectos negativos del paso del huracán Fiona, remontando en los meses siguientes.

En el año fiscal 2022 el IICM subió 6.4% cuando se compara con el 2021, un aumento que no se ha visto en más de 20 años. En el año fiscal 2021, el Índice aumentó sólo 0.1% respecto al año anterior, cuando las restricciones del COVID-19 estaba causando problemas en las cadenas de suministros a nivel global y la producción industrial.

En los primeros 11 meses del año fiscal 2023, la actividad industrial medida por el IICM manifestó un aumento de 4.1%, respecto al mismo periodo del año fiscal anterior.

El Índice de Difusión del IICM (ID-IICM) de mayo fue de 53.3%, lo que indica que la actividad industrial se encuentra en expansión, aunque se ha desacelerado prácticamente desde comienzo del año. El Índice de Difusión del IICM mide el número de componentes de un índice en particular que están creciendo, disminuyendo o manteniéndose inalterados en un mes en particular. Una lectura de 50% o más representa que la mitad o más de los indicadores están reportando tasas de crecimiento positivas, lo que implica que la actividad económica podrá estar expandiéndose en los próximos meses. Una lectura por debajo de 50% denota que la actividad económica se estará contrayendo en los próximos meses.

“Entendemos que las perspectivas apuntan a que la industria continúa experimentando presiones inflacionarias y altos costos operacionales”, señala el DDEC. “A esto se le puede añadir asuntos como altos niveles de tasas de intereses, altos precios de las materias primas, unas altas expectativas de desaceleración económica global, y una persistente tensión geopolítica a nivel global. A pesar de esto, aún la industria se mantiene estable y/o positiva. La industria se encuentra mitigando su exposición a los cambios y posibles shocks en las cadenas de suministros a nivel global, lo que implica cambios en las reglas del juego global dentro de la manufactura. La innovación y productividad serán claves”, añadió.