Por redacción de Sin Comillas

Cada cuarto jueves del mes de abril se celebra el Día Internacional de las Niñas en las Tecnologías de la Información y la Comunicación. La fecha fue instaurada por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) con el objetivo de alentar las vocaciones tecnológicas en las niñas y jóvenes, así como rebajar la brecha digital de género.

Los prejuicios, las normas sociales y las expectativas limitan la calidad de la educación y de las asignaturas que estudian muchas niñas y mujeres. Éstas se encuentran particularmente en franca minoría en las disciplinas de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) y, en consecuencia, en las carreras vinculadas a éstas. Según el informe emblemático de la UNESCO “Descifrar las claves: la educación de las mujeres y las niñas en materia de STEM”, sólo el 35% de los estudiantes matriculados en las carreras vinculadas a las STEM en la educación superior son mujeres, y se han señalado diferencias en estas disciplinas.

Sólo el 3% de las estudiantes de la educación superior, por ejemplo, escogen realizar estudios en el ámbito de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Estas disparidades de género son tanto más alarmantes cuanto que se considera que, en general, las carreras vinculadas con las STEM constituyen los empleos del futuro, la fuerza motriz de la innovación, del bienestar social, del crecimiento inclusivo y del desarrollo sostenible.

“Se necesitan más mujeres ambiciosas en los campos de STEM”, asegura Vanessa Rodríguez, egresada de la Universidad de Puerto Rico, recinto de Bayamón, del departamento de Ciencias de Computadoras. Mientras se enfoca en su maestría en Ciberseguridad en Carnegie Mellon University, Vanessa tiene un mensaje claro para las niñas que sueñan con carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas): “La próxima gran innovación puede ser creada por una de ustedes”.

Rodríguez participó en Compuchicas, un campamento de verano de programación asistido por Oracle Academy. Allí fue participante, mentora y llegó a brindar talleres a los participantes. Además de aprender conceptos básicos de programación, Compuchicas abrió nuevos caminos ante los ojos de Vanessa. “Después, en la universidad, creé una asociación dirigida a fomentar el conocimiento en Cybersecurity. Las niñas necesitan un espacio en el que puedan expandir su conocimiento”, afirma.

“Tenemos el compromiso de acercar la tecnología a las niñas, orientándolas para que conozcan las oportunidades profesionales que pueden tener y cómo la tecnología puede hacer del mundo un lugar mejor para vivir. Estamos convencidos de que incentivar el interés de ellas por estudios STEM es uno de los grandes desafíos de la nueva educación y profesiones”, asegura Luis Marrero, gerente de Oracle Caribe.

“Las empresas tenemos una gran responsabilidad en ese tema. Debemos ser capaces de trabajar en el entorno de las escuelas y los colegios: con programas de concientización dirigidos a los padres, programas y guías de enseñanza específicas para el profesorado, talleres para despertar las vocaciones STEM entre las niñas, o para romper los estereotipos de género que siguen existiendo. Eso, acompañado de un programa de formación que las impulse a alcanzar sus sueños”, afirma.

Oracle Academy, el programa filantrópico de la empresa para temas de educación, ha apoyado a en tiempos de crisis: más de 140 instituciones educativas de Puerto Rico son miembros del programa, alcanzando a más de 30 mil estudiantes en el país.

Por ejemplo, la maestra Yesenia Pérez, de la escuela superior Manuel de la Pila Iglesias, en Ponce, utiliza la programación como primeros pasos para educar en tiempos de crisis. La Universidad de Puerto Rico recinto de Rio Piedras, a través de la profesora Carmen Figueroa, enseña programación de bases de datos en APEX a sus estudiantes e integra la tecnología Cloud en su aula.

“Apoyamos campamentos de inclusión de la Universidad de Puerto Rico recinto de Arecibo y Bayamón para promover la educación de ciencias de computadoras en las niñas. Estamos muy orgullosos de lo que estamos logrando”, cuenta Raelly Muñoz Suárez, gerente país de Oracle Academy para CA y El Caribe.

El reto sigue estando: la inclusión de más niñas en las carreras tecnológicas. Logarlo, es responsabilidad de todos.