Por José E. Pérez*
Recientemente un conocido economista explicó muy bien la diferencia entre desarrollo y crecimiento económico. Existe mucha confusión entre ambos conceptos. El aspecto cualitativo del desarrollo económico frecuentemente es ignorado por el sector político y financiero. No tenemos que invertir miles de millones en gastos, subsidios y otros programas de poco rendimiento para obtener desarrollo económico. El gasto público que produjo enormes déficits financiados por deuda entre el 2005 y el 2012 ha sido un desastre. Nos ha llevado al colapso económico.
La mejor estrategia para desarrollar nuestra economía es invertir sabiamente en aquellos sectores que ofrecen el máximo rendimiento. Existe una gran diferencia entre gasto e inversión.
Para mi desarrollo económico es el poder atender los problemas de nuestro sector inmobiliario. Este es un sector olvidado. Se han dedicado muchos recursos económicos y subsidios a la vivienda nueva dejando rezagadas las otras viviendas. La vivienda nueva ya no es un problema, pues el inventario de unidades en venta se ha reducido sustancialmente. Por otro lado tenemos un problema de gran magnitud con el resto de las viviendas. Estamos palpando una enorme cantidad de propiedades ejecutadas, o en vías de ejecución. Sobre 17,000 viviendas han sido ejecutadas durante los últimos cinco años. Como consecuencia, el valor total del inmobiliario en Puerto Rico ha bajado entre un 20 y 35 por ciento, lo que representa una pérdida muy superior que las perdidas en inversiones. Esta reducción en valor nos está afectando a todos, ricos y pobres. Para poder tener “desarrollo económico” el gobierno debe legislar para que se les ofrezcan a los compradores de propiedades ejecutadas los mismos incentivos que se han otorgado a los compradores de vivienda nueva. Estos incentivos son neutrales y de poco costo. En nada afectan los gastos del gobierno.
El sector inmobiliario también está siendo afectado por el sinnúmero de propiedades abandonadas. Generalmente las propiedades se abandonan por problemas de herencia, la acumulación de contribuciones y la pérdida acelerada del valor de mercado. Son estorbos públicos. Si queremos “desarrollo económico” se debería legislar para que se cree un fideicomiso que adquiera gratuitamente las propiedades abandonadas para destruirse ó remodelarse. El fideicomiso tendría la encomienda de utilizar las propiedades adquiridas para el beneficio de entidades sin fines de lucro y otras organizaciones que le brindan servicios gratuitos a la comunidad.
Se comenta que en Puerto Rico abusamos utilizando las salas de emergencia, las cuales son costosísimas. Mucho del abuso proviene de los usuarios de la tarjeta de salud. Con el fin de reducir costos de salud y proveer un mejor servicio se podría propiciar el establecimiento clínicas privadas (con horarios limitados) que puedan atender a los pacientes que tengan síntomas simples y que no requieran de los servicios de una sala de emergencia. Estas clínicas podrían tratar casos menos complicados con mejor efectividad y costos más bajos. En los estados unidos estas clínicas son comunes. En muchos casos las clínicas son manejadas por un “physician assistant” lo cual reduce costos. Aquellos que utilizan las salas de emergencia para dolores de cabeza, garganta inflamada, bronquitis, influenza y otros síntomas simples podrían utilizar estas clínicas. El desarrollar este concepto es “desarrollo económico”.
Los “nurse practitioners” y los “physician assitants” son comunes en el sistema de salud en los Estados Unidos. Estas son enfermeras graduadas con un nivel de educación mucho más avanzado. Además tienen que cumplir con un sinnúmero de horas de práctica clínica y otros requisitos. Tienen la potestad de hacer diagnósticos y recetar. Son casi un médico. Se debe desarrollar un currículo para “nurse practitioners” y “phisician assistants” en nuestras escuelas de medicina. Además de reducir los costos de salud, el desarrollar este programa atendería la escasez de médicos por la cual atravesamos. El legislar para que los“nurse practitioners” y los “physician assitants” practiquen la medicina en Puerto Rico lo llamo “desarrollo económico”.
El clamor por reducir la nómina gubernamental tiene apoyo general en Puerto Rico. La única excepción es la de los políticos quienes promueven el empleo gubernamental para compensar a sus seguidores y mostrar que la economía está en crecimiento. Los políticos han subordinado la inversión en tecnología la cual es necesaria para administrar el gobierno de una manera económica y eficiente. La inhabilidad del gobierno en producir los estados financieros a tiempo es un vivo ejemplo de la falta en tecnología que existe en el gobierno. Desarrollo económico es el invertir en tecnología para poder achicar el gobierno sin afectar la calidad de los servicios.
Estas son algunas iniciativas que podrían implementarse para lograr “desarrollo económico”. Estoy seguro que mucho de los lectores tienen en mente ideas complementarias que podrían implementase sin empeñar la casa. Hay tanto que se puede hacer con poco. No sé porque los políticos hacen tan poco con mucho. Para conseguir desarrollo económico no necesitamos muchos recursos financieros. Lo que si necesitamos es reprogramar a los políticos (en contra de su naturaleza) para echen a un lado la caza de votos y se dediquen a gobernar y administrar este país con inteligencia y honestidad.
- El autor es asesor financiero.