Por redacción de Sin Comillas
La coalición “Queremos Sol” reclamó, en una mesa redonda con el congresista Raúl Grijalva, que el gobierno revise sus prioridades al asignar $1,000 millones para placas solares en techos cuando tiene $20,000 millones disponibles para el sistema eléctrico y una cuarta parte de esos fondos se proponen usar para nuevas plantas de combustibles fósiles contaminantes en lugar de acelerar la transformación del sistema eléctrico a energía renovable distribuida como placas solares en techos y sistemas de baterías.
La abogada ambiental Ruth Santiago, en representación de Queremos Sol, señaló que la cantidad de $1,000 millones ni siquiera provee para las personas de diversidad funcional en Puerto Rico y no es real que no haya fondos disponibles.
“Ya se asignaron $20,000 millones para el sistema eléctrico de Puerto Rico. Ahora mismo el Cuerpo de Ingenieros de EE.UU. tiene una propuesta para utilizar $5,000 millones para instalar nuevas plantas de combustibles fósiles. Ese dinero no tiene por qué usarse de esa manera porque no es lo que necesita nuestra población. Los $20,000 millones deben usarse para proveerles placas solares en techos, microrredes y sistemas de baterías distribuidos. El gobierno lo sabe y lo saben las agencias federales. La cantidad enorme, histórica, de FEMA asignada al gobierno de Puerto Rico se puede utilizar de una forma que salve vidas, en un sistema de energía renovable distribuida, con sistemas de placas en techos, acompañados de baterías, como propone Queremos Sol”, expresó Santiago.
El Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos (USACE, por sus siglas en inglés) publicó una solicitud para un contrato de $5,000 millones para nuevas plantas que quemen gas metano o diésel, que son combustibles fósiles contaminantes, y está buscando contratistas que puedan proporcionar “unidades generadoras temporeras para estabilizar” la red eléctrica según un aviso publicado en SAM.gov. La fecha de vencimiento de la propuesta para el contrato es el 20 de julio.
Myrna Conty, portavoz de Queremos Sol, coincidió con Santiago en sus reclamos al indicar que “los $1,000 millones que inicialmente se darán para placas solares en techos para las personas pobres están muy bien, pero se quedan cortos pues ¿cuántos pobres hay en Puerto Rico? Más del 40 por ciento de los puertorriqueños vive bajo el nivel de pobreza. A mí me preocupa que hay una desproporción en la cantidad de dinero asignado para plantas de quema de combustibles fósiles y reconstruir la red centralizada de postes, torres, cables y subestaciones, que son unos $20,000 millones y lo que se asigna para paneles en los techos. Mientras tanto, se aprueba que el Cuerpo de Ingenieros pueda hacer plantas supuestamente temporeras a cinco años para quemar combustibles fósiles. Explíquenme eso. El gobierno tiene que decidir ya donde pone los esfuerzos”.
Santiago, por su parte, ante inquietudes en la mesa redonda de cómo se atienden con placas solares las necesidades de residentes de condominios, explicó que “tiene solución. El Departamento de Energía ha indicado que Puerto Rico tiene de cuatro a seis veces la capacidad de generar energía con placas solares en techos comparado con toda la demanda eléctrica de la población de Puerto Rico. Con la energía de sistemas fotovoltaicos en los techos de viviendas cercanas se crea una microrred que le suple a los condominios y edificios multipisos”.
Queremos Sol es una coalición de organizaciones comunitarias, ambientales, sindicales, profesionales y otros sectores de la sociedad civil puertorriqueña que promueve la transformación del sistema eléctrico hacia un sistema descentralizado y resiliente basado en energía solar en techos y almacenamiento.