Alertan sobre la falta de estrategia para hacer frente a las secuelas de los contagios y el COVID persistente
Por redacción de Sin Comillas
Un grupo de salubristas, científicos y médicos cuestionó la falta de acción del Departamento de Salud ante el alto número de contagios por COVID-19 y la ausencia de información sobre el COVID persistente. Recomendaron volver a exigir las mascarillas en espacios públicos y cerrados hasta que la positividad esté cerca del 3%. Actualmente está en 31.04%.
Los expertos señalan que el Departamento de Salud parece haberse rendido en la prevención del COVID. “Puerto Rico ha tenido un alto número de casos de COVID-19 durante casi dos meses. Sin embargo, contrario a otras ocasiones en las que hemos visto alzas sostenidas en la positividad, el Departamento de Salud de Puerto Rico (DSPR) no ha tomado acciones contundentes para mitigar la cantidad de infecciones. En cambio, esta vez el énfasis ha sido en la responsabilidad individual y no en proteger la salud pública”, señaló Edmy Ayala Rosado, gerente de proyectos comunitarios para CienciaPR y coordinadora de su proyecto salubrista, educativo y comunitario Aquí Nos Cuidamos. Las expresiones se dieron durante una rueda de prensa organizada por Ciencia Puerto Rico.
“En estos momentos, estamos en medio de un cambio de estrategia salubrista realizado de forma brusca, apresurada y, al igual que en la mayor parte de la pandemia, sin ninguna explicación del por qué de las decisiones; como tampoco lo que cada cambio podría significar [para la salud de las personas]”, expuso Brenda Mariola Rivera Reyes, neumóloga pediátrica y experta en COVID persistente.
El Gobierno se ha enfocado en tratamientos y vacunas, ignorando la importancia de prevenir infecciones o reinfecciones. “No basta con decir que ya conocemos el COVID-19, proveer números y recitar que ‘el cuidado es individual’”, denunció la epidemióloga Fabiola Cruz López.
Puerto Rico tuvo un “excelente” control de las infecciones hasta que llegó la variante ómicron. Desde entonces, la gente habla del COVID como un “catarrito” y cree que es mejor infectarse porque así tienen anticuerpos. Es un error, advierten los expertos.
“Creo que ya entendimos que COVID-19 no parece que vaya a desaparecer en el futuro cercano, y, como coloquialmente decimos “tenemos que aprender a vivir con él”; así como vivimos con otras enfermedades. Pero la diferencia es que siempre hacemos todo lo posible para no enfermarnos. La pregunta es, ahora mismo, ¿estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo?”, cuestionó Marcos Ramos Benítez, experto en enfermedades infecciosas.
Los expertos alertan sobre la existencia de pacientes con COVID persistente, pero no hay datos oficiales. “Sólo se habla de las muertes, cuando la carga principal son las secuelas”.
La COVID persistente es un síndrome que desarrollan pacientes que se han contagiado con el virus de COVID-19 y/o que padecieron la enfermedad ya sea de forma pasajera, muy grave o asintomática.
Las personas pueden presentar una serie de síntomas o problemas de salud, o desarrollarlos semanas o meses después de la infección.
Los síntomas comunes son: fatiga, dolor de cabeza, mareos, dolor generalizado, pérdida de memoria, del gusto y del olfato, déficit de atención, niebla mental, hipersomnia (quedarse dormido o dormida durante el día o en situaciones no comunes), taquicardia, dolor de espalda y en el centro del pecho, caída del pelo y la disnea (dificultad para respirar), entre otros.
“El problema del aumento de los contagios no es tanto lo agudo, que es lo que podemos ver ahora, sino las secuelas o complicaciones que sufren estas personas, como lo puede ser el tan ignorado COVID persistente”, señaló Alberto Rosario, médico primario y epidemiólogo.
“Esta es una población clínica [con COVID persistente] que poco a poco va creciendo. Ya esa crisis se está dando poco a poco. En los hospitales les están dando de alta para que médicos primarios, como yo, les enviemos a los y las especialistas de salud, que generalmente son neumólogos y cardiólogos. Cuando el o la paciente llama para cita, no se las dan antes de cuatro meses. Y todo cae en los hombros de médicos primarios que tenemos que hacer malabares para estabilizar al paciente en lo que es visto por especialistas”, explicó .
Hay dos poblaciones que preocupan. Los mayores de 60 años con enfermedades crónicas que tienen un alta mortalidad y los de entre 20 y 50 años, que es la mayor parte de la población infectada. Este último grupo está desarrollando enfermedades crónicas, lo que va a tener consecuencias, no solo en la salud, sino también sociales y económicas.
“Ciertamente, no estamos sugiriendo que es necesario volver a los encierros, ni las restricciones de hace dos años. Sin embargo, dados los niveles de transmisión de COVID-19 actuales, que son casi tan altos como durante los peores momentos de la pandemia, nos parecen necesarias las acciones preventivas contundentes y consistentes, como volver a requerir las mascarillas en todos los espacios cerrados (tal como se hizo entonces) para evitar contagios. Sin contagios no aumentan los casos, no surgen nuevas variantes, ni complicaciones, ni COVID persistente. Tampoco aumentan las hospitalizaciones y muertes”, dijo Mónica Feliú Mójer, directora de comunicaciones para CienciaPR.
Los expertos solicitan que el Departamento de Salud provea educación continua y activa sobre el perfil de los casos, cuáles son los síntomas principales acorde a las variantes en circulación, sobre cambios en la efectividad de las vacunas con datos de Puerto Rico, los empleos con mayor riesgo de exposición, los municipios con mayor incidencia y la prevalencia de las secuelas de la infección.
Recomendaciones
- Exigir el uso de mascarillas en espacios públicos y cerrados hasta que la positividad esté cerca del 3%. Hoy, la positividad está en 31.04%
- Priorizar la educación en salud pública sobre COVID persistente, elegibilidad y acceso a tratamientos
- La importancia de la medicina preventiva
- Recibir el refuerzo para tener la vacunación al día
- Educar sobre la prevención y los riesgos (infección, enfermedad grave, COVID persistente, discapacidad, hospitalización, muerte), en especial, para poblaciones de alto riesgo (personas con enfermedades crónicas, mayores de 65 años)
- Retomar la publicación de informes de indicadores relevantes
- Colaborar con proyectos educativos, organizaciones de base comunitaria y otras entidades para una educación amplia y accesible a diferentes segmentos de la población, y que la educación vaya más allá de las redes sociales
Ciencia Puerto Rico es una comunidad global de más de 15,000 científicos, estudiantes, educadores y aliados que entienden que la ciencia puede empoderar a las personas con el conocimiento, la capacidad y la agencia para mejorar sus vidas y la sociedad. Durante la pandemia de COVID-19, CienciaPR ha visibilizando a expertos y expertas boricuas, educando al público puertorriqueño, capacitando a líderes comunitarios y fiscalizando la respuesta a la emergencia. Desde el 2020, la organización ha liderado “Aquí Nos Cuidamos”, un proyecto comunitario que promueve la prevención de COVID-19 y la salud mental en las comunidades vulnerables y marginadas de Puerto Rico.