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Por Luisa García Pelatti

En los últimos días del 2012 –después de que el gobernador Luis Fortuño perdiera las elecciones, y cuando estaba a punto de juramentar en su cargo como nuevo gobernador Alejandro García Padilla– la Autoridad de Energía Eléctrica firmó 63 contratos para la compra de energía generada por fuentes renovables.

Esos 63 contratos son los que el Presidente del Senado, Eduardo A. Bhatia, le solicitó ayer al director ejecutivo de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), Juan F. Alicea. SIN COMILLAS tiene en su poder copia de 12 de esos 63 contratos.

La forma y el momento en que se otorgaron esos contratos levanta algunas interrogantes. ¿Por qué se firmaron esos contratos en los últimos días de un gobierno que perdió las elecciones? ¿Ofrecen los contratos las mejores condiciones para el bienestar general de los ciudadanos? ¿Por qué hasta ahora el gobierno de García Padilla no ha cuestionado esos contratos?

Los contratos garantizan la compra de energía a una tarifa de $0.15 por kilovatio. Aunque algunas fuentes señalan que hay contratos de hasta 18 centavos por kilovatio, este diario no ha podido confirmarlo.

Contrato

Este es uno de los contratos a los que tuvo acceso Sin Comillas.

En Puerto Rico es económicamente viable producir electricidad usando energía eólica a un precio competitivo que fluctúa entre $0.05 kWh y $0.08/kWh, asegura un estudio realizado por Efraín O’Neill, José Colluci Ríos y Agustín Irizarry, los tres profesores de la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez expertos en energías renovables.

¿Entonces por qué los contratos se firmaron a $0.15? ¿Se ajusta esta tarifa a lo que se paga en otros países? Costa Rica estaría pagando tarifas de entre $0.05 y $0.08. En el estado de Arizona fluctúa entre $0.05 y $0.06 y en Ecuador la tarifa es de $0.03.

Algunas fuentes aseguran que los contratos se otorgaron sin exigir que los que firmaban fueran dueños de los terrenos ni mostrar capacidad financiera. Además, las localizaciones de los terrenos no son las mejores, ni para la AEE, ni para los dueños de esos contratos.

Al parecer, los contratos llegaban a la AEE ya redactados desde La Fortaleza listos para la firma. Lo único que pudo hacer la AEE para imponer algún control fue establecer los requisitos mínimos de entrada, conocidos como los “minimum technical requirement”.

Cuentan que el interés de Luis Fortuño en el desarrollo de las energía renovables era tal que llegó a viajar a España a reunirse con ejecutivos de una empresa, al parece nada interesada en establecerse en la Isla, pero tras conocer las atractivas condiciones del contrato en cuanto a precio de compra de la energía ni siquiera repararon en los requisitos mínimos. Un aspecto que ahora los productores exigen aclarar cuanto antes.

A los dueños de esos contratos se les conoce como “los desarrolladores”, tal vez porque muchos de ellos estuvieron mucho tiempo vinculados al desarrollo de viviendas y hoteles.

“Lo mejor de esos contratos es que garantizan el precio al que la AEE te va a comprar la energía producida. Es como si te hubiera tocado la lotería, porque nadie paga tanto en otros países”, asegura una fuente.

Los 12 contratos que pudimos analizar fueron firmados por las siguientes personas:

Thomas P. Doyle 

Mathew McCullough 

Colville Powel

Rubén González Cruz (2 contratos)

Emma Cancio Santos (2 contratos)

Peter Alyanakian

Jesús Joel Pérez Caraballo

Justino Orozco García (2 contratos)

José C. Zayas Sepúlveda

Estos contratos se venden y se compran y han servido para hacer dinero. El negocio está en vender ese contrato a una compañía de energía renovable porque algunos de los “desarrolladores” no tienen experiencia en el negocio de producción de energía.

¿Por qué hasta ahora el Gobierno no ha cuestionado esos contratos?

El 26 de julio SIN COMILLAS solicitó una entrevista sobre el tema con la Autoridad de Energía Eléctrica sin que haya habido respuesta hasta ahora.